El intendente que no quería guardavidas

Por Mauricio Almada

30.12.2022 | tiempo de lectura: 2 minutos

El jefe comunal de Colonia, Carlos Moreira, está negociando a las apuradas un acuerdo con la Mesa Nacional de Guardavidas para empezar con una prueba piloto en alguna playa del departamento en la cual contar con este servicio.

Al momento de escribir esta columna todavía lo estaban negociando, y lo más probable es que se empezara en la playa El Calabrés, donde el año pasado hubo dos ahogamientos.

Esta reconsideración del intendente se produce luego de una serie de críticas de la oposición en la Junta Departamental y por el peso de la opinión pública, que no reaccionó bien a las expresiones de Moreira en conferencia de prensa, cuando había anunciado que no habría guardavidas en las playas colonienses.

La gama de argumentos que utilizó en aquella oportunidad fue amplia y de distinta naturaleza. El primer argumento fue de carácter histórico: las playas de Colonia nunca tuvieron guardavidas. Otra base argumental fue que la faja costera del departamento es demasiado extensa, por lo cual se hace difícil cubrir el área con tantos guardavidas. Otro fue la escasa profundidad que existe en estas playas, diferenciándolas de las de Maldonado o de las de Rocha. Otro fue que no tuvo tiempo para organizar un servicio de esta naturaleza. Y el remate: se entregó a “la suerte” para que no ocurra ninguna desgracia en las aguas del río.

Veamos estos argumentos. El hecho de que nunca se haya contratado guardavidas no impide que a partir de determinado momento se comience a hacerlo.

La extensión de la faja costera del departamento abarca 180 kilómetros. ¿Es mucho o es poco? Es bastante, si tenemos en cuenta que toda la costa atlántica es de 220 kilómetros. Pero la cuestión no puede ser si es mucho o  poco sino responder si es o no necesario. Teniendo en cuenta que el año pasado murieron ahogadas tres personas en aguas colonienses, la respuesta parece ser que sí es necesario el servicio.

Tampoco parece acertado el argumento de la escasa profundidad de las aguas del río, habida cuenta que las personas se pueden ahogar por distintos motivos, no solo porque no hagan pie. Hay personas que usan inflables –librados a las corrientes- o que nadan a distancias imprudentes.

Asimismo no resulta convincente la falta de tiempo para organizar el servicio, ya que de estar convencido de hacerlo tuvo al menos un año para hacerlo. Y no faltaron oportunidades. Ahora lo hace con la temporada ya comenzada.

Nicolás Chacón ,integrante de la Mesa Nacional de Guardavidas, dijo a Informativo Uruguay que “en el correr de este año habíamos mantenido reuniones buscando que finalmente las playas de Colonia puedan ser seguras para el público, esto fue a partir de la inquietud de los vecinos y de ediles del departamento y que todo hacía pensar que por primera vez se iba a contar con ese servicio”.

El guardavidas precisó que la propuesta que llevaban era la de empezar con algunas playas del departamento –no con todas- y fundamentalmente en las tareas de educación y prevención.

Ojalá que si no se llega a tiempo este año para implementar el servicio sea el próximo y que prime la razón. Que la Intendencia invierta en seguridad, en la más importante, la de la vida humana.