Boris Blacher (parte 2)

Segundo programa

21.05.2024 | tiempo de lectura: < 1 minuto

Junto con  Gottfried von Einem, Blacher desarrolló un sistema de composición con métricas variables y formas musicales con simetrías rítmicas, combinadas con interrupciones casi podríamos decir de tipo aritméticas, en momentos no esperados.

Aunque su música puede considerarse libremente atonal en su base, esta suena perfectamente agradable y nunca en forma agresiva al oído.

En el primero de los dos programas ofreceremos una serie de Lieder de éste brillante compositor coronados por la difusión completa de su breve ópera de cámara: La Marea, de 1946. 

La orquestación de DIE FLUT es económica, empleando tan solo un pequeño grupo instrumental de diez músicos, cinco instrumentistas de viento y un quinteto de cuerdas.

Con esta reducida paleta orquestal el compositor logra retratar a cada uno de los cuatro personajes de la historia.

La música es rica en contrastes, básicamente melódica y con variables rítmicas.

Se observan también influencias del jazz, como el clima musical de blues que acompaña las frases finales del Pescador. El pequeño coro de cámara interviene como comentarista escénico.

El segundo programa se haya compuesto por la difusión completa de su oratorio: El gran inquisidor. 

Para el mismo, Blacher no compuso una música alegre sino una oscura, grave, original y melódicamente fluida con el fin de adaptarse al pasaje literario de LOS HERMANOS KARAMAZOV de Fiodor Dostoievskii, en el cual se halla parcialmente basado.

EL GRAN INQUISIDOR fue compuesto entre los años 1942 y 1947.

Esta fue una época de gran angustia y de tensión que casi condujera a Blacher al suicidio durante los años de la Segunda Guerra Mundial, al sufrir la persecución de su música y sin abrigar esperanza alguna de una plausible representación del nuevo oratorio que ofrecemos en ésta oportunidad en versión del gran barítono alemán Dietrich Fischer-Dieskau.