Gasolina (parte 2)
de Emil Nikolaus von Reznicek.
10.12.2024 | tiempo de lectura: 2 minutos
Al igual que sucediera con otros grandes compositores de la talla de Franz Schreker, Bertholt Goldschmidt, Max Schillings, Hermann von Waltherhausen y hasta el propio Erich Wolfgang Korngold, la resplandeciente estrella de Emil Nikolaus von Reznicek se vio eclipsada por la meteóricamente ascendiente carrera de Richard Strauss durante la primera mitad del siglo XX.
Recién en nuestros días, una vez que el hielo se ha ya derretido las obras de este brillante compositor austríaco de ascendencia checa y rumana se han vuelto a restaurar a su lugar de privilegio como el brillante operista que fuera.
Reznicek es mayormente recordado por la obertura de su gloriosa ópera DONNA DIANA de 1894, obra de una belleza lírica indescriptible y que felizmente ha podido representarse en nuestros días.
En esta oportunidad vamos a tener el enorme agrado de ofrecerles una versión completa de BENZIN o GASOLINA, ópera compuesta en 1929, la cual toma al personaje principal de LA ODISEA de Homero como héroe titular, más empleando elementos argumentales de EL MAYOR ENCANTO AMOR de 1635, una de las obras más importantes de Calderón de la Barca.
Utilizando un libreto propio, el compositor nos presenta entonces esta fantástica obra escénica que constituye su undécima ópera exponiendo el mito de Circe y Odiseo o Ulises, tomando como base el aggiornamento que presenta la obra de Calderón del siglo XVII pero adaptándola a los años 1920, por lo cual el héroe titular, el Capitán Ulisses Eisenhardt realiza el viaje a la isla de la gran maga en Zeppelin!!!
Reznicek pone a prueba con esta fascinante ópera la exageración grotesca de los peligros de la existencia humana, no sin omitir momentos de farsa y de drama fantástico à la E.T.A. Hoffmann.
Pero a pesar de todo ello, Reznicek se aseguró asimismo de complacer al público de la época componiendo algunos momentos memorables como el FOXTROT del acto primero o el TANGO que hallamos en el segundo.
Hallamos asimismo en la partitura polonesas, Bostons, Galops y valses, lo cual inyecta un tono popular y ligero a la ópera, que por momentos parece asemejarse a una opereta, si bien nos hallamos ante una genuina ópera cómica que resalta los valores y la moralidad de la época en que fuera compuesta.
Los pasajes danzados con los ritmos a la moda de la época nos traen a la mente no solo la QUINTA SINFONIA del propio Reznicek , si no al espíritu de la Zeitoper en boga como JONNY SPIELT AUF de Ernst Krenek, LA ORQUIDEA NEGRA de Eugen D’Albert o MASCHINIST HOPKINS de Max Brand, entre otras.
Por último, Reznicek recurre asimismo a efectos sonoros característicos de la ZEITOPER como sonidos de motores, sirenas, y martillos dentro del aeropuerto, a modo de una suerte de una fantasía à la Broadway pero con polaridad negativa.