La fuerza detrás de Yamandú

Por Leonardo Luzzi

16.12.2024 | tiempo de lectura: 2 minutos

Seguramente cualquier victoria tiene muchos padres y madres, pero detrás de la del Frente Amplio, que vuelve al gobierno nacional luego de 5 años en minoría, estuvo en particular un hombre que no dudó un instante que era posible volver a soñar.

Las cámaras hoy no están tanto sobre él, su protagonismo bajó a un segundo plano, dio el paso al costado naturalmente para que Yamandú Orsi y Carolinia Cosse, como corresponde, tomen el mando y sean las primeras figuras de lo que será un nuevo gobierno de la izquierda.

Ese hombre del que les habló pudo haber sido cualquier militante veterano, pero no, este tenía otras características.

Se enfrentó a veces en solitario  a las críticas, algunas fueron duras, como ocurre en campaña, defendió al Frente Amplio, incluso en cuestiones que eran bravas por lo mal que les había ido en seguridad o en ciertas inversiones que le costaron caro a las arcas públicas.

Tuvo la humildad de escuchar, de ir a los medios a dar la cara, y de salir al interior a hablar con la gente para preguntarle qué esperaban del Frente Amplio.

Sabía que la izquierda había perdido su conexión con los de a pie, con sus votantes de siempre. Esa izquierda que se vio sacudida en 2019 con la victoria del presidente Luis Lacalle Pou, quien incluso hoy se mantiene fuerte con 54% de aprobación.

En esas recorridas por pueblos pequeños, ese hombre  le preguntaba a los lugareños por qué perdió el Frente, por qué se desencantaron, qué pasó con aquellas mayorías que tuvieron en tres administraciones seguidas. Así caminó el  interior profundo,  tierra del Partido Nacional, para tratar de convencer.

Era tanta la confianza que se tenía que le apostó a Alfredo Fratti que si él tenía razón le tenía que dar el sombrero que tanto caracteriza al entonces senador electo. La apuesta fue que en su departamento Cerro Largo, blanco por excelencia, subirían la votación y serían determinantes para el balotage. El Frente aumentó ahí en 7.000 votos para la segunda vuelta, al igual que lo hizo en otros departamentos donde creció.

Ese hombre que de primera había aclarado que no sería candidato a nada es el presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira quien hoy, ya más tranquilo, siente que la primera gran tarea está cumplida.

Claro que como Pereira hubo muchos otros, algunos renombrados y otros anónimos, pero también es cierto que como pocos  fue él quien tomó la bandera y creyó que era posible.

Ahora Orsi y Cosse, con el camino despejado, tomaron la posta, tienen las cámaras de televisión detrás, ganaron con 4 puntos de diferencia en segunda vuelta y empezaron a marcar su impronta. Primero con los elegidos por el futuro Presidente para acompañarlo desde el gabinete y segundo adelantando opinión Orsi - se le escucha más libre ahora al hablar - sobre temas sensibles como la seguridad social, el déficit fiscal o el acuerdo Mercosur – Unión Europea.

Los desafíos son unos cuantos y en varias áreas (salud, vivienda, infancia, pobreza, seguridad, etc.) pero básicamente se reducen a una diferencia sustancial entre izquierda y derecha que es hacer crecer la economía para distribuir mejor las ganancias entre  toda la sociedad.