Aumentaron las denuncias sexuales en el ámbito laboral
Luego de un descenso en la pandemia, se registra un aumento en los últimos años. La mayoría de los casos que llegan a la Inspección de Trabajo tiene como víctimas a mujeres
07.03.2025 | tiempo de lectura: 2 minutos

En los últimos dos años, las denuncias por acoso sexual en el ámbito laboral se han duplicado tras el descenso registrado durante la pandemia. En 2022 se reportaron 84 denuncias, mientras que en 2023 el número descendió a 41. Para 2024, el registro indica 80 denuncias, lo que sugiere una tendencia a recuperar los niveles previos a la pandemia (48 denuncias en 2019).
Los datos surgen de un pedido de acceso a la información pública realizado por la consultora KPMG al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS). Giovanna Lorenzi, directora del Departamento Legal de KPMG, dijo a Informativo Uruguay que el objetivo de esta consulta es monitorear la evolución de la Ley de Acoso Sexual N.º 18.561, aprobada en 2009 y reglamentada en 2017.
La normativa promueve medidas de protección para trabajadores y trabajadoras del ámbito público y privado que sean víctimas de estas situaciones indebidas. “Esta ley obliga a las empresas a contar con un protocolo de actuación, asegurando garantías tanto para la víctima como para el denunciado y los testigos”, explicó Lorenzi.
La ley reconoce dos modalidades de acoso sexual: el chantaje sexual, cuando se ofrece un beneficio o se impone una amenaza, y el acoso ambiental, que genera un entorno laboral hostil e intimidatorio. "Es importante aclarar que, para que se configure el acoso en ambos casos, debe haber un rechazo por parte de la víctima", agregó Lorenzi.
Las denuncias pueden presentarse ante el empleador, el sindicato o la Inspección General de Trabajo. “El talón de Aquiles es la prueba. Si no hay testigos, resulta difícil obtener evidencia, pero el decreto reglamentario incorporó algunos indicios que pueden demostrar la existencia de acoso sexual, como la conducta previa del acosador y la situación emocional de la víctima tras el hecho”, señaló Lorenzi.
La mayoría de los reclamos por daño moral que llegan a sentencia son presentados por mujeres. En general, la situación se resuelve con el despido del acosador por notoria mala conducta, sin derecho a indemnización, y con una compensación económica para la víctima. Además, la empresa puede ser considerada responsable si no atiende la denuncia.
Texto: Adriana Martell