Tiefland (Tierra baja)

Drama lírico en un prólogo y dos actos.
Libreto de: Rudolf Lothar.
Música de: Eugen D’Albert.

02.04.2025 | tiempo de lectura: < 1 minuto

Cuando el movimiento musical conocido como verismo  comenzara a dominar avasalladoramente a la Italia de fines de los años 1800, otros países respondieron favorablemente a esta nueva corriente.

Sin embargo en Alemania la situación se planteó de un modo diferente, ya que aún bajo la dominación wagneriana esta respondió al verismo de una manera muy particular, con un caso que puede considerarse como único en la historia de la lírica.

Tal es el de TIEFLAND o  TIERRA BAJA, nuestra ópera de esta oportunidad, obra que se convirtiera en un título favorito de los teatros europeos de principios de siglo, dadas las enormes cualidades músico-teatrales que posee.

La orquestación de nuestra ópera es opulenta y refinada, respondiendo a los cánones wagnerianos, pero con un toque muy personal. De la misma naturaleza es el empleo de Leitmotivs, o motivos conductores.

A esto se añaden líneas vocales ampliamente cantables y melódicas asignadas a los personajes principales de Pedro y Marta, que emplean el recurso pucciniano del acompañamiento orquestal a la octava.

María Callas misma abordó la parte de Marta en Atenas, siendo el segundo rol de su carrera en 1946, al igual que lo haría posteriormente Montserrat Caballé.

Escucharemos entonces TIEFLAND, de Eugen D’Albert, en una versión de antología la cual constituye una genuina lección de canto por parte del tenor wagneriano Max Lorenz y por la soprano holandesa Aga Joesten en los roles protagónicos.

Es pintoresco destacar asimismo la presencia de la célebre mezzosoprano Christa Ludwig encarnando aquí el rol menor de Rosalía.