«Alejandro Atchugarry. El héroe improbable» de Mauricio Sabaj

Conversamos con el periodista y escritor Mauricio Sabaj por el lanzamiento de su libro sobre la figura del exministro de Economía

23.09.2022 | tiempo de lectura: 2 minutos

En Justos y Pecadores recibimos al periodista y escritor Mauricio Sabaj con motivo del lanzamiento de su libro Alejandro Atchugarry. El héroe improbable, con prólogos de Julio María Sanguinetti y Gerardo Caetano.

En este libro Sabaj rescata la figura del recordado político y ex ministro de Economía, que debió campear la crisis económica de 2002. Sobre el proceso del libro, el autor señaló que comenzó en 2018, en el Parlamento, en un homenaje que se le hizo a Atchugarry.

“Fueron cuatro años de trabajo, 60 entrevistas y la lectura de todos los libros de la crisis, documentos y diarios de la época. Con todo eso leído, intentando resumir todo lo que fue la trayectoria política y personal de Atchugarry”, explicó Sabaj.

El autor señaló que la investigación lo llevo a indagar en los antepasados del político. “Él proviene de una familia de inmigrantes trabajadores. Esos inmigrantes pobres, pero de bibliotecas grandes, que se enorgullecían del esfuerzo a través de la superación por el trabajo. Ya existía, a través de su abuelo, una fijación y admiración hacia José Batlle y Ordoñez, y una construcción del imaginario político de Atchugarry de lo que fue el primer batllismo. De cómo la política de Batlle, logró mejorar al país, como les permitía tener las oportunidades que no tuvieron en lo que habían sido sus patrias natales”, apuntó.

El libro narra cuando el padre de Atchugarry conoció a Jorge Batlle que es, precisamente, el comienzo de su trayectoria política.

“Una trayectoria”, señaló Sabaj, “que en principio, tanto en Atchugarry como en Batlle, en su militancia política está muy anclada a sus ideas filosóficas. Y ellos tenías sus diferencias, pero lo que le seduce a ambos, cuando ya se veía la sombra de que la libertad estaba en peligro, fue al único que escuchó hablar de paz y libertad. Eso fue lo que llevo a Atchugarry a querer involucrarse. Él leía textos políticos desde muy chico. A los once años ya leía a Emilio Frugoni. Por sus lecturas y capacidad era un prodigio. También tenía un tío anarquista y sintió una gran simpatía hacia el pensamiento anarquista. Un pensamiento con el cual nunca dejó de simpatizar”.

Sabaj se refirió a la relación entre Batlle y Atchugarry, al señalar que “tenían cosas en común, cosas opuestas y muchas complementarias. Atchugarry era el que hacía que las ideas de Batlle, que por su estilo más confrontativo se la hacía más difícil aplicar sus iniciativas porque necesitaba el apoyo de otros. Y Atchugarry, por su rol de articulador, lograba aplicar todo eso”.

“Los dos querían transformar al Uruguay y Batlle sentía que él era la persona para hacerlo. Atchugarry era un operador silencioso. No le importaba el protagonismo. Proyecto que él presentaba, dejaba que los firmaran otros. También tenía un muy relacionamiento con actores de todos los patidos políticos”, agregó el autor.

El libro dedica, además, buena parte a la crisis económica del 2002 y al rol y a la importancia que tuvo Atchugarry, por entonces ministro de Economía, en aquellos momentos.

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