Argentina: baja levemente la tasa de pobreza y aumenta la indigencia

En el primer semestre del año, en un contexto de crecimiento económico más moderado y de bajada del desempleo

28.09.2022 | tiempo de lectura: 3 minutos

Argentina logró reducir levemente la tasa de pobreza en el primer semestre del año en un contexto de crecimiento económico más moderado y de bajada del desempleo, aunque la indigencia creció y los sectores más vulnerables de la población siguen a merced de los efectos de la elevada inflación.

Según informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la tasa de pobreza urbana se situó en el primer semestre del año en el 36,5 % de la población urbana, apenas 0,8 puntos porcentuales por debajo del nivel registrado en la segunda mitad de 2021 y 4,1 puntos menos que el mismo período del año pasado.

En tanto, la tasa de indigencia se ubicó el primer semestre en el 8,8 %, 0,6 puntos por encima de la segunda mitad del año pasado, aunque con 1,9 puntos menos que en el mismo período de 2021.

Crecimiento y empleo

Para Eugenio Marí, economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso, el principal factor detrás de esta leve reducción en la tasa de pobreza es que entre enero y junio pasado continuó la recuperación del nivel de actividad económica y del empleo, con un aumento en 600.000 puestos registrados entre junio de 2021 y el mismo mes de este año.

A la par del crecimiento acumulado de la economía argentina del 6,5 % en el primer semestre -una expansión más moderada que la de 2021-, la tasa de desempleo bajó en el segundo trimestre del año al 6,9 %, su nivel más bajo en siete años.

Sin embargo, según observó Marí, a partir de marzo se quebró la tendencia de recuperación del poder adquisitivo de los salarios.

"Esto hace pensar que, a partir de ese mes, la pobreza por ingresos volvió a crecer, si bien en el promedio semestral se mantuvo por debajo de lo registrado en 2021", dijo a Efe el economista.

Impacto inflacionario

El objetivo de reducir la pobreza en Argentina sigue enfrentando, entre otros, el escollo de la persistente y elevada inflación, que acumuló en el  primer semestre del año un alza del 36,2 %, impactando de lleno el costo de la cesta básica de alimentos y servicios, cuyo valor marca la línea de la pobreza.

La inflación se ha acelerado aún más desde el inicio del segundo semestre, con tasas mensuales del 7,4 % en julio y del 7 % en agosto, lo que torna difícil que la tenue tendencia de reducción de la pobreza se mantenga en la segunda mitad del año, en la que, además, la actividad económica tiende a desacelerar aún más su ritmo.

"No somos optimistas en cuanto a que esa dinámica se sostenga en la actualidad, sobre todo por la erosión de los ingresos que significa la aceleración de la inflación", apuntó la en un informe la consultora LCG, que observó que ya en agosto último el costo de la cesta básica de alimentos y servicios registraba una subida interanual del 75,2 %.

Marí, por su parte, indicó que, mientras la inflación se ha ido acelerando, los salarios fueron desacelerando su ritmo de crecimiento en el primer semestre.

En simultáneo, según marcó el economista, el mercado laboral "profundizó su flexibilización de hecho", ya que entre diciembre de 2021 y junio de este año el número de empleados registrados aumentó en 231.000, pero el 60 % de esa subida se explicó por un incremento de los trabajadores independientes -no de puestos asalariados formales-.

"Todo esto tiene de fondo que la incertidumbre, la volatilidad de reglas de juego y el castigo que impone Argentina al sector privado van en detrimento de la inversión de largo plazo, lo que afecta la sostenibilidad del crecimiento. Y sin crecimiento no es posible sostener los procesos de reducción de la pobreza", afirmó Marí.

Texto y foto: EFE