Billetera mata frontera

Por Mauricio Almada

06.09.2022 | tiempo de lectura: 2 minutos

Desde que se pudo volver a cruzar la frontera con Argentina después de la pandemia, el tipo de cambio favorable para los uruguayos se convirtió en un atractivo. Digamos en un atractivo extra, porque el cruce del río siempre fue algo natural en el país.

Es cierto que allá están ávidos de dólares y que se sale de las cavernas con los bolsillos llenos, habiendo cambiado unos pocos billetes verdes. Pero también es cierto que la inflación existente pone muchos precios por el aire. Aun así resultan convincentes los precios de los servicios que consumen habitualmente los uruguayos.

Esto es en general. Porque en la frontera las cosas son particularmente distintas. Eso es así en los departamentos que tienen los puentes con Argentina: Río Negro, Salto y Paysandú. Y los que tienen frontera con Brasil: Rocha, Cerro Largo, Rivera, Artigas.

El cruce a Brasil en esos departamentos es permanente. Es la histórica frontera seca. Y el tránsito de personas y mercaderías es 24 en 24, 365. Va más allá del tipo de cambio ya que por volumen Brasil siempre tiene algunos precios atractivos para el habitante fronterizo.

Empecemos con el cruce a Argentina. En esos departamentos se ven perjudicados comerciantes de todo tipo, en especial estaciones de servicio, locales gastronómicos y farmacias. Solo por nombrar algunos.
En los sucesivos gobiernos, incluyendo a esta administración, se pusieron en marcha estrategias compensatorias cada vez que esto ocurría, como exoneraciones impositivas y precios diferenciales de frontera a través de distintas modalidades.

Sin embargo, la ola es casi un tsunami. No se detiene con nada.
La presidenta del Centro Comercial e Industrial de Salto, Vera Facchin, sostuvo que la situación fronteriza provoca en el comercio un impacto que es notorio en todo el litoral.

En el caso de los salteños se agrega el hecho de que el índice de desempleo casi duplica a la media nacional, lo que representa un peligroso combo.

Facchin dijo al diario El País que la baja en los niveles de venta alcanza al 30%. “Hicimos un sondeo de actividad y el 90% de las empresas que participaron han asegurado que han bajado significativamente el nivel de ventas. El rubro más afectado es el de distribución de alimentos, pero afecta a la amplia mayoría: gastronomía, hotelería y estaciones de servicio”, manifestó Facchin.

Mientras tanto en Paysandú, la venta en los rubros cosmética, perfumería y ópticas cayeron un 25% este año. Una realidad que contrasta con lo que pasó durante la pandemia –con los puentes cerrados- cuando la facturación de los comercios uruguayos de frontera había aumentado cerca del 30%.

Por su parte los intendentes sostienen, al igual que los comerciantes, que además de las medidas que adopta el gobierno, debería haber una actitud más solidaria por parte de los uruguayos y consumir y gastar en Uruguay.

La realidad, no obstante, es obstinada, y nos muestra que la mayoría de la gente piensa con el bolsillo. Billetera mata frontera. Esto pasó siempre, desde que existieron las fronteras.