Buscadoras de soluciones
Por Camila Pirez
08.03.2022 | tiempo de lectura: 2 minutos
No es casualidad que mucho de los proyectos que hemos abordado desde el periodismo de soluciones estén liderados por mujeres. Inquietas, desafiantes y creativas, las mujeres hemos salido a buscar alternativas para transformar realidades.
Esto es algo que las organizaciones destacan y que se hace evidente tanto en grandes corporaciones como en los diferentes barrios a través de iniciativas comunitarias. Las mujeres se organizan, responden a las convocatorias, se las ingenian para dar respuestas y para administrar su tiempo, su energía y sus prioridades.
Hace algunos meses, en los momentos más duros de la pandemia, Rosina De Mucio, socióloga, politóloga y exdirectora ejecutiva de TECHO Uruguay, señalaba: “las mujeres son las primeras en organizarse en sus barrios. Son las que toman la bandera de lo comunitario cuando hay personas que pasan hambre o no pueden resolver necesidades básicas”.
Y agregaba De Mucio, “esto sigue demostrando la necesidad de continuar y aumentar los esfuerzos por la igualdad, la participación y el empoderamiento de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad, reconociendo el aporte que realizan y repensando cómo se distribuyen las tareas de cuidados, para alcanzar una corresponsabilidad entre hombres y mujeres”.
El planteo era claro y apelaba al involucramiento de todas las partes. El planteo sigue siendo claro y nos abarca a todos y todas en la búsqueda de soluciones, compromisos y mayores libertades sobre la base del respeto, la escucha, el apoyo, la justicia y el diálogo.
Liza Gross, experta en medios y directiva de la Red de Periodismo de Soluciones, explicaba en una entrevista, “el periodismo de soluciones no le habla al público. Habla con el público. Y, sobre todo, escucha primero”.
Esto es fundamental. Si las soluciones no surgen desde la escucha, para luego dar paso al intercambio, estamos condenados a las interferencias, los malos entendidos y la falta de respuestas a problemas concretos. Y no es por ahí que se construye.
Por eso, en momentos de reflexión, la invitación es a seguir caminando para revisar, denunciar, repensar y aportar desde el lugar que podamos, con las herramientas que tenemos y con un deseo inmenso de superarnos y evolucionar juntos sin más muertes ni tanto dolor.
“Somos buscadoras”, escribía la editora María Eugenia Castagnino, “lo que más nos importa es sentirnos bien, es habitar la existencia con conciencia, es navegar en la complejidad de nuestro mundo, nuestros vínculos y nuestras emociones. Y dejar una huella que importe”. Hacia ahí vamos.