Candidato se busca

Alfonso Lessa

24.01.2023 | tiempo de lectura: 3 minutos

“Candidato se busca”. Este bien podría ser un cartel que colgara de la puerta de la sede del Partido Colorado.

Esto es, por supuesto, una caricatura que como tal puede exagerar la realidad, pero que expresa el enorme desafío que asume hoy el partido histórico de gobierno y del poder en el Uruguay.

Todavía falta, podría decirse, como hemos comentado también respecto a los otros partidos, pero en este reto le puede ir la vida.

En los demás partidos aparecen o asoman figuras —más potentes, menos potentes— pero que van a competir por la candidatura presidencial, en algunos casos, u otras que claramente serán los postulantes salvo algún hecho inesperado.

La historia la hemos contado más de una vez, pero Luis Batlle se preocupó de preparar en el diario Acción a una generación de dirigentes y líderes entre los que estaba su propio hijo, Jorge Batlle, Julio María Sanguinetti y Zelmar Michelini, entre otros.

Los tres mencionados tuvieron destinos políticos muy trascendentes; en el caso de Michelini, cortado por su vil asesinato.

Durante mucho tiempo hubo numerosos dirigentes de primera línea en el Partido Colorado, pero el batllismo vivió también durante un período extenso bajo los liderazgos, compartidos primeros, en competencia luego, de Julio Sanguinetti y Jorge Batlle.

La potencia de sus figuras —tres presidencias entre los dos— y también en cierto modo sus propios estilos taparon o relegaron el crecimiento de otros dirigentes.

En ese contexto, el año 1989 vio la ruptura del batllismo, en un hecho que tuvo un costo importante para los colorados.

Pero el Partido Colorado siempre se potenció con una rama no batllista poderosa. Desde fines de los 60 fue Jorge Pacheco Areco, que siguió luego del retorno democrático. Su muerte y el alejamiento de la escena política de Pablo Millor, quien parecía su sucesor, dejaron acéfala durante mucho tiempo esa otra pata colorada.

Luego apareció Pedro Bordaberry, renovando al partido, pero tomando distancia del batllismo de un modo que lo perjudicó y, finalmente, también dejó la política.

La última elección vio la potente pero fugaz aparición de Ernesto Talvi. Refrescó al Partido Colorado y logró atraer muchos votos jóvenes que luego, sin embargo, se vieron decepcionados por su renuncia a la política.

Hoy no hay ningún candidato claro, cantado. Unos cuantos, por lo tanto, miran a Bordaberry. Para algunos su reciente aparición defendiendo a la vicecanciller Carolina Ache pudo haber sido un paso hacia un regreso que él ha negado.

De todos modos, sus posteriores afirmaciones en las que no solo volvió a criticar al canciller Bustillo, sino también a los colorados que “calladitos miran para otro lado” no pareció una contribución para ese eventual retorno.

Otros miran al presidente del Codicen, Robert Silva, que ha tomado un clavo ardiendo mostrando carisma y fortaleza para emprender una tarea como la reforma educativa.

También correrían el ministro Adrián Peña y hay quienes piensan en el presidente del Antel, Gabriel Gurméndez (uno de los jóvenes a los que apostó Jorge Batlle).

Asimismo, se menciona al abogado Andrés Ojeda y al director de Telecomunicación, Guzmán Acosta y Lara.

Habrá que esperar, pero los candidatos no se inventan de un momento a otro y necesitan tiempo para imponerse como tales.

Mientras tanto, el cartel podría seguir en la Casa del Partido Colorado: “Candidato se busca”.

OTRAS REALIDADES

En los demás partidos parece claro que el senador y general retirado Guido Manini Ríos será candidato de Cabildo Abierto. Es su principal figura y en él se centra la fuerza de esa colectividad.

En el Partido Independiente el candidato será Pablo Mieres. Es la figura de mayor experiencia y proyección, sobrellevando con una buena imagen y una política de diálogo un ministerio tan difícil como el de Trabajo y Seguridad Social; en particular luego de 15 años de gobiernos frenteamplistas.

Finalmente, un reto para nada menor para Cabildo Abierto y el Partido Independiente lo constituye la adecuada elección de quienes completen sus fórmulas para tratar de potenciarlas.