Co2 (Dióxido de Carbono)

Ópera en 1 acto, dividido en un prólogo, 9 escenas y un epílogo.
de Giorgio Battistelli

16.04.2024 | tiempo de lectura: 2 minutos

Nuestra ópera de esta oportunidad tiene que ver con el medioambiente y con el suicidio ecológico al que la humanidad se encamina.

Su curioso título Co2, la fórmula química de la molécula del gas anhídrido carbónico o dióxido de carbono alude al llamado Efecto invernadero, mediante el cual la acumulación excesiva de estos gases en la atmósfera se produce un calentamiento de la tierra más allá de lo normal, lo cual provoca no solamente cambios en el clima sino también un incremento en el número de desastres naturales

Con sus constantes alternancias entre el mundo actual, los universos mitológicos y el Jardín de Edén, y la conferencia dictada por el climatólogo, podemos afirmar que nuestra ópera  es todo menos usual, resultando al oído como algo a lo que quizás muchos no estarán acostumbrados a escuchar.

Pero precisamente es por su gran originalidad y su polivalencia musical que la hemos seleccionado como una de las óperas pioneras compuestas durante los recientes años.

Encargada por el Teatro Alla Scala de Milán para la Expo 2015 de dicha ciudad, CO2 es una obra de fuerte connotación ambientalista, en la que la Madre Tierra se identifica como un enfermo hoy casi incurable dañado irremediablemente por el propio hombre.

Al ser humano se le presenta en una caída en espiral hacia la autodestrucción desde el paraíso inicial, en un dramático recorrido que nos lleva del edén bíblico a la conferencia de Kyoto, pasando por la globalización alimenticia, huracanes y tsunamis.

CO2 utiliza formas típicas del teatro musical más tradicional como arias, duetos, coros, y partes declamadas, todas ellas disfrazadas dentro de una compacta y densa trama orquestal, mientas que la música, de timbre reluciente ilustra y narra dramáticamente las diversas situaciones, con una atención particular a los ritmos percusivos.

Debido al eclecticismo de la partitura, que combina la coherencia de los recitativos y las arias de los cantantes con momentos de denso contrapunto, de abismales disonancias, y de mundos sonoros à la Stockhausen, Battistelli se transforma en un auténtico pintor de collages sonoros, presentándonos una partitura única, que obtuviera una respuesta ampliamente favorable por parte del público durante la noche de su estreno.