Covid-19: se cumplieron 5 años del inicio de la pandemia
El papel de la comunidad científica, la sociedad y el impacto en la vida cotidiana
13.03.2025 | tiempo de lectura: 3 minutos

La pandemia de Covid-19 irrumpió en Uruguay el 13 de marzo de 2020, cuando se confirmaron los primeros cuatro casos de la enfermedad que fueron importados desde Italia y España, y la mayoría de ellos se rastrearon hasta un evento social al que asistieron unas 500 personas.
Desde el inicio, el gobierno del entonces presidente Luis Lacalle Pou, implementó una serie de medidas para contener la propagación del virus, se suspendieron espectáculos públicos, se cerraron algunos espacios públicos y se aconsejó a la población permanecer en sus hogares. El 14 de marzo, se anunció la suspensión de clases en todas las instituciones educativas, tanto públicas como privadas, inicialmente por dos semanas, medida que luego se extendió. Además, se cerraron las fronteras terrestres con Argentina y se restringieron los vuelos desde Europa y Estados Unidos. Se apostó por la responsabilidad individual y colectiva para evitar la cuarentena obligatoria, promoviendo el distanciamiento social voluntario y el uso de tapabocas.
Durante la pandemia, el gobierno creó el Grupo Asesor Científico Honorario (Gach) en abril de 2020. Este comité de expertos tenía como objetivo asesorar al gobierno en la toma de decisiones relacionadas con la crisis sanitaria. El Gach estuvo integrado por destacados científicos, entre ellos: doctor Rafael Radi: bioquímico y presidente de la Academia Nacional de Ciencias del Uruguay; el doctor Henry Cohen: gastroenterólogo y presidente de la Academia Nacional de Medicina; y el doctor Fernando Paganini: ingeniero eléctrico y matemático, miembro de la Academia de Ciencias de América Latina.
El papel de la comunidad científica fue fundamental en la respuesta a la pandemia. Además, se destaca la labor del virólogo Gonzalo Moratorio, quien lideró el desarrollo de pruebas de diagnóstico rápidas y económicas para el SARS-CoV-2. Su trabajo fue reconocido internacionalmente, siendo nombrado por la revista Nature como uno de los 10 científicos más destacados de 2020.
Sin embargo, a finales de 2020 y principios de 2021, Uruguay experimentó un aumento significativo en el número de casos y fallecimientos. Este incremento llevó al gobierno a reforzar las medidas sanitarias, incluyendo la limitación de aforos en espacios públicos y privados, y la suspensión de eventos masivos. Además, se aceleró la campaña de vacunación, que había comenzado el 1 de marzo de 2021, utilizando las vacunas CoronaVac de Sinovac y Comirnaty de Pfizer-BioNTech.
La pandemia también tuvo un impacto significativo en la economía y la sociedad uruguaya. Las solicitudes de seguro de desempleo aumentaron drásticamente en marzo de 2020, registrándose 86,000 solicitudes en ese mes, en comparación con un promedio mensual de 11,000. Además, el uso de internet desde el hogar aumentó un 32% y el uso desde dispositivos móviles un 44%, según informó Antel en su momento.
Los gimnasios, por ejemplo, una de las tantas actividades afectadas, enfrentaron restricciones que los llevaron a adaptar sus servicios para continuar operando y satisfacer las necesidades de la población. En diciembre de 2020, el gobierno decretó la suspensión de actividades deportivas en espacios cerrados, lo que llevó a muchos gimnasios y clubes a trasladar sus clases al aire libre, utilizando espacios públicos como la rambla, parques y plazas.
El crucero Greg Mortimer se convirtió en un símbolo de la solidaridad uruguaya. En marzo de 2020, este buque, operado por Aurora Expeditions, quedó varado en aguas internacionales tras detectarse un brote de Covid-19 a bordo, afectando a aproximadamente el 60% de sus pasajeros y tripulantes. Ante la negativa de otros países para permitir su desembarco, Uruguay autorizó su atraque en Montevideo y brindó asistencia médica. Equipos sanitarios uruguayos subieron al barco para realizar pruebas y evacuar a los casos más graves. Además, se organizaron corredores humanitarios que permitieron la repatriación de los pasajeros a sus países de origen, destacándose un vuelo directo a Australia que estableció un récord por su distancia. En octubre de 2022, el Greg Mortimer regresó a Montevideo en señal de agradecimiento por la ayuda recibida durante la pandemia. Pasajeros que habían estado varados en 2020, como el australiano Jesz Fleming, quien fue recordado por besar el suelo del aeropuerto de Carrasco al regresar a su país, participaron en este viaje de reconocimiento.