Dron sumergible documenta cambios en el ecosistema de la Antártida
Investigadores uruguayos estudian la afectación del deshielo del Glaciar Collins, cercano a la Base Artigas
12.03.2024 | tiempo de lectura: 2 minutos
Un equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias está en la Antártida con el objetivo de recoger información en el glaciar Collins, cercano a la Base Científica Artigas.
Hasta allí se llevó el ROV, (Vehículo Operado Remotamente), es un dron sumergible que permite observar ecosistemas en las profundidades. Pablo Muniz, responsable del departamento de Oceanografía y Ecología Marina de la Facultad de Ciencias e investigador de Pedeciba, dijo a Informativo Uruguay que este equipo fue adquirido hace unos cuatro años con fondos del programa de posgrados del Pedeciba, y “este equipo abre un escenario nuevo y permite ver cosas que antes no podíamos, es operado en forma remota y las muestras del fondo marino son obtenidas con muestreo remoto, es una cámara sumergible que permite tomar videos y fotos a profundidades de 150 metros en condiciones de oscuridad, podemos ver las comunidades in situ”, explicó el científico.
La idea de este viaje a la Antártida es de tomar imágenes de la parte del glaciar Collins que tiene contacto con el océano, “es una de las partes que se derrite año a año y eso tiene un efecto importante en el ecosistema marino. El dron nos permite ver cómo se comportan las comunidades de fondo, justo en ese lugar donde llega el aporte de agua dulce proveniente del deshielo del glaciar”, agregó Muniz.
El glaciar Collins se está retrayendo, en estos últimos 20 años ha perdido entre 20 y 30 metros debido al cambio climático. “Esto significa un gran aporte de agua dulce y otros materiales de origen terrígeno que va a parar a la profundidad del mar y esto afecta a las diversas comunidades que allí viven, con una disminución en la calidad del alimento disponible para los consumidores marinos de esas aguas antárticas”, agregó.
Gracias a esta tecnología remota, el equipo de Muniz filmó varios minutos con el ROV. Aún ese material no ha sido procesado. Los científicos tienen la expectativa que para el 2025 y debido a una cooperación internacional, se pueda usar en suelo marítimo uruguayo una unidad remota que alcanza los 2000 metros de profundidad.
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Texto: Adriana Martell