Educación: según la OEI se necesitarán once años para recuperar el aprendizaje perdido en la pandemia

Se recomienda espacios de reflexión y adecuación de las clases a las circunstancias; además, clases de apoyo extras

02.07.2021 | tiempo de lectura: 2 minutos

El dato se desprende del informe Efectos en la Educación iberoamericana: un año después de la COVID-19, realizado por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).

Por su parte, Retorno escolar postpandemia en Iberoamérica: avances, reflexiones y recomendaciones, pone el foco en cómo ha sido el proceso de retorno a las clases presenciales en toda la región, donde el 70% había vuelto a las clases presenciales un año después de la irrupción del virus.

Entre sus recomendaciones, la OEI sugiere hacer prevalecer el centro educativo innovador e híbrido frente al reduccionismo del aula y establecer tutorías y clases de refuerzo que ayuden a recuperar el aprendizaje perdido.

A partir de la evidencia recopilada en el último año, el informe concluye que la estimación global del impacto económico de la pandemia —tomando en consideración la pérdida de aprendizaje de estudiantes de todos los niveles educativos— varía entre una caída del 12% al 18% del nivel de renta nacional, dependiendo de los niveles de participación de la fuerza laboral en cada país.

En cuanto a la pérdida de aprendizaje, las pruebas diagnósticas que se han desarrollado en el estado de São Paulo, que realiza cada año pruebas estandarizadas a sus alumnos en áreas como matemáticas, demuestran que harán falta hasta 11 años para recuperar el aprendizaje perdido.

Por su parte, el informe Retorno escolar postpandemia en Iberoamérica: avances, reflexiones y recomendaciones, también publicado por la OEI, recoge cómo ha sido el proceso progresivo de la vuelta a las aulas en los países iberoamericanos.

En ese sentido, el informe señala que, a marzo de 2021, del total de países consultados, 14 de ellos (un 67 %) habían optado por retornar a clases presenciales, frente a un 33 % no presencial. Asimismo, 8 lo habían hecho de manera obligatoria (Andorra, Argentina, Colombia, Cuba, España, Nicaragua, Portugal y Uruguay), y 5 optaron por la voluntariedad (Chile, Costa Rica, Ecuador, Guatemala y Paraguay).

Respecto al porcentaje de escuelas que efectivamente han retornado presencialmente en cada país, los datos son variables y, en algunos casos, no se cuenta con registros oficiales. En el caso de Uruguay, a marzo de 2021, se informa que un 87 % del total de la matrícula de estudiantes en educación inicial y educación primaria ha retornado a las clases presenciales. Chile, por su parte, señala que este porcentaje llegó a alcanzar al 38 % de los establecimientos educativos y en Costa Rica un 93 % de los centros públicos del país han retornado presencialmente, porcentaje que en Guatemala alcanza al 100 % de dichos centros educativos.

También se emitieron recomendaciones: un modelo educativo inclusivo enfocado en reducir al máximo la brecha digital en la región. Entre ellas destaca la generación de más espacios de reflexión y cooperación internacional, identificando buenas prácticas e innovaciones interesantes.

Asimismo, la organización recomienda establecer mesas sectoriales por niveles educativos para generar reflexiones y recomendaciones pertinentes para cada etapa. También, con la modalidad mixta se pueden ocasionar ciertas dificultades en los docentes a la hora de desarrollar las clases, por lo que el informe sugiere conocer y adaptarlas a los nuevos tiempos y necesidades, teniendo en cuenta la posibilidad de contar con apoyos extras.

En el ámbito de los centros escolares, se sugiere prevalecer el centro educativo innovador e híbrido frente al reduccionismo de las aulas exclusivamente.