El periodista Alfredo Carlos Dighiero recuerda a Terig Tucci – Primera parte

Dirección: Dra. María Magdalena Dighiero
Remasterización: Horacio Malnero

05.03.2022 | tiempo de lectura: 3 minutos

Recordamos a un gran músico, director y arreglador que marcara para la eternidad el último tramo de la vida de Carlos Gardel, es decir en los Estados Unidos su nombre Terig Tucci (23/06/1897 – 28/02/1973) República Argentina.

Programas basados fundamentalmente en las memorias  brindadas  magníficamente en su libro «Carlos Gardel en Nueva York» que escribiera y publicara en la ciudad de los rascacielos en el año 1969 para la Webb Press. También se tendrá en cuenta el testimonio del amigo y  colega de Alfredo Dighiero, el portorriqueño Arturo Yepez, quien lo trataba muy asiduamente a fines de los años sesenta y comienzos de los 70 ya que viajaba muy periódicamente a Norteamérica y el reafirma todo lo que se sabe de Tucci, en cuanto a su visión de los acompañamientos orquestales que necesitaba Gardel en la ciudad de los rascacielos, su hombría de bien y del gran cariño que sintió Tucci por Gardel, a quien jamás podría olvidar.

Terig Tucci había nacido en la ciudad de Buenos aires estudiando violín desde muy joven, comenzando a trabajar apenas completados los conocimientos,  ya en 1917 creaba su primera obra «Cariños de madre» una zarzuela y en 1919 el poema «Almafuerte».A su vez trabajaba intensamente hasta 1923 en los principales teatros de Buenos Aires, como ser por ejemplo, «Excélsior,  Politeama y Avenida”.

Le iba muy bien hasta que surgía la posibilidad de viajar a los Estados Unidos  y esa oportunidad no la dejaba pasar. A su llegada debió cumplir tareas ajenas a su profesión como la de albañil, para subsistir y tiempo después, ya comenzaba a alternar esas tareas con las de violinista hasta que a fines de esa década del 20 era llamado por la famosa cadena radial NBC permaneciendo en la misma por espacio de más de una década y ejerciendo su profesión junto a maestros de renombre como ser, Hugo Mariani, Mitch Miller y Percy Faith y haciendo arreglos para reconocidos intérpretes de la talla de Alfonso Ortiz Tirado, Juan Arvizu y Pedro Vargas.  Entre 1941 y 1947 fue contratado por la cadena de radio «Internacional General Electric»  fue a su vez director musical de la voz de las américas y trabajando para fondos musicales de programas auspiciados por las naciones unidas entre 1953 y 1959.

Estos son algunos pasajes de una intensa carrera, fuera de lo que significaron aquellos casi dos años con quien llegaría a ser su gran amigo y confidente Carlos Gardel  sin la presencia de Tucci en los Estados Unidos.

La historia artística del zorzal criollo hubiera sido muy diferente, a él se debe que la magia de aquellas grabaciones entre 1934 y 1935 en los estudios de la RCA  en Nueva York, hoy continúen después de más de 8 décadas dando la vuelta triunfalmente por todo el planeta. Claro y asociado al contar el mago con un letrista y argumentista excepcional como lo fuera el  poeta y su gran amigo Alfredo le Pera (06/06/1900 – 24/06/1935) Brasil.

La trilogía Gardel, Tucci, Le Pera  sin duda queridos amigos cambio  para la eternidad la historia del tango. Por eso esta evocación para el maestro Tucci, a 49 años de su adiós poco antes de su partida física, Tucci grababa con una notable formación orquestal, un larga duración 33 rpm, donde incluye varias de las obras en que acompañara a su gran amigo Gardel, en este caso solo instrumental  y presintiendo que la vida se le iba, quiso dejar en el disco este recuerdo imborrable del cual vamos a apreciar en estas dos entregas, dos de ellas » Volver » y  «Mi Buenos Aires Querido» Tucci iba a fallecer en Nueva York aquella fría tarde del miércoles 28 de febrero de 1973 y estoy seguro que en sus postreros pensamientos habrá llegado a su corazón la última parte de este tango que sin duda es todo un himno «Mi Buenos Aires querido cuando yo te vuelva a ver no habrán más penas ni olvidos”.