En Uruguay los ataques de redes de robot crecieron un 63% en el tercer trimestre

Botnets (redes de robots) lanzan ciberataques que buscan vulnerabilidades de usuarios y empresas para robarles información o afectarlos de distintas maneras

02.11.2021 | tiempo de lectura: 2 minutos

El incremento de la utilización de botnets (redes de robots) para lanzar ciberataques que buscan las vulnerabilidades de usuarios y empresas para robarles información o afectarlos de distintas maneras ha puesto sobre alerta a las organizaciones y las compañías.

En Uruguay, por ejemplo, los ataques de estas redes de robots aumentaron en el tercer trimestre de 2021 un 63%, mientras que en Argentina lo hicieron en un 50%, en ambos casos según el último informe (T3) de Spamhaus, que comparó los datos con su informe trimestral anterior (T2).

En todos los casos son lugares que están relativamente bien “digitalizados”, es decir, tienen buenas conexiones a internet, pero no están en una posición tan avanzada en la curva de madurez en cuanto a la ciberseguridad, explica el informe.

“Los porcentajes que revelan los trabajos de Spamhaus son una evidencia clara de cómo crece este fenómeno, en particular en la región, pero son como la punta de un iceberg, porque existe un importante fenómeno de subregistro, entre otras cosas porque las compañías no quieren exponer este tipo de situaciones y sobretodo porque en muchas ocasiones la víctima no sabe que estuvo afectada por un botnet”, explica Graciela Martínez, líder del CSIRT (Centro de Respuesta a Incidentes de Seguridad) de Lacnic, una organización no gubernamental internacional, establecida en Uruguay en el año 2002, que tiene por función asignar y administrar los recursos de numeración de Internet, los IP, para la región.

Martínez asegura que el fenómeno de los ciberataques crecientes tiene conexión, entre otras cosas, con que en la pandemia se dio un mayor uso de los dispositivos que expuso a las personas a más vulnerabilidades, lo que pretende ser aprovechado por los ciberdelincuentes, en tanto la digitalización de la cotidianeidad de la gente no se frenará en la pospandemia, sino que se incrementará todavía más. Por ejemplo, con los dispositivos del internet de las cosas (IoT) como las cámaras web, wearables, etc.  Estos también corren el riesgo de infectarse.

Según Martínez, la salida no pasa por abandonar nuestra actividad en las redes sociales, ni restringirla, “pero es importante que la gente sepa que nunca hay que revelar en ellas datos confidenciales sobre nuestra operatoria bancaria, por ejemplo”.

Aunque es muy difícil evitar estos ciberataques y aunque no existen protecciones 100 por ciento efectivas para evitarlos, “es fundamental estar preparados, si tomamos los recaudos necesarios y todos actuamos con responsabilidad será más difícil ser víctimas de un ataque, y en caso de serlo seremos más resilientes ante ellos”, concluye Martínez.

Fuente: Registro de Direcciones de Internet de América Latina y Caribe (Lacnic).

Foto: Javier Calvelo/Adhocfotos.