Ganadores y perdedores

Por Leonardo Luzzi

29.03.2022 | tiempo de lectura: 2 minutos

Al final ganó el No, la papeleta celeste del referéndum, por lo que la ley de urgente consideración, seguirá vigente.
La votación, una vez más con un gran trabajo de la Corte Electoral, terminó siendo ajustada pero con un ganador que fue el gobierno de coalición que encabeza el presidente Luis Lacalle Pou, sin desconocer que los promotores estuvieron cerca de su objetivo.

El Pit cnt y el Frente Amplio, que impulsaron la convocatoria, ahora tienen una estrategia de minimizar la derrota política que seguramente, como toda caída, dejará secuelas.  Pero aunque se intente relativizar, una de las opciones fue más votada que la otra. Acá no hay empate. Después se podrá discutir sobre los votos obtenidos por uno y otro.
Por eso, así como había sido una victoria política de los promotores el hecho de haber juntado las firmas (como lo marcaron el Pit cnt y el FA), el mismo razonamiento debe aplicarse a la hora del resultado final, por lo que se puede afirmar que esos grupos están hoy ante una derrota política. Pero no todas las perdidas y todas las ganadas son iguales.

Recuerdo aquí lo que señaló el analista político Adolfo Garcé en La Entrevista de Canal 5: “Tengo la impresión de que los que ganaron no están tan contentos como esperaban y que los que perdieron no están tan tristes. (…) El gobierno ganó y sale preocupado. El Frente Amplio perdió y sale reforzado”.

Es que los promotores del Sí tuvieron una alta votación que superó el millón de voluntades aunque no alcanzó el mínimo exigido para derribar una ley o parte de sus artículos. La ley era importante y no por casualidad ambos bandos pusieron a sus principales figuras para defender sus posiciones. Quien tenía más en juego y por tanto arriesgaba más era el gobierno al que se le cuestionó una norma que es base de la gestión. Tras el referéndum, con el No asegurado, el Poder Ejecutivo despeja bastante el camino para impulsar otras reformas.

Unas de ellas será la de la seguridad social, que ya arrancó con discrepancias en la comisión de expertos y sin el apoyo del Frente Amplio. También se vienen cambios en materia de educación y asentamientos.
La izquierda deberá evaluar muy bien cómo se posicionará de aquí en más e incluso decidir si volverá a recolectar firmas por el riesgo que implica, considerando, además, que ya se estaría más cerca de las próximas elecciones.
Hasta ahora la administración de Lacalle Pou y los suyos logró victorias políticas ratificadas en las urnas.

Ganó hace poco más dos años en la primera vuelta de las elecciones nacionales donde el Frente Amplio perdió unas cuantas bancas; ganó el balotage donde el Frente Amplio no pudo retener el gobierno tras 15 años en el Ejecutivo: ganó en las elecciones departamentales, donde el Frente perdió intendencias que pasaron a manos de blancos; y ganó ahora, luego de dos años en el poder con pandemia, en el referéndum del 27 de marzo.

La alianza multicolor se mantiene unida y piensa en fortificar esa estructura en el futuro para enfrentar a un Frente Amplio siempre combativo y con gran capacidad de movilización. El Frente recibió un golpe en el referéndum pero, no está de rodillas ni mucho menos. El país está dividido en dos y la mitad más grande es la que debe gobernar.