Hulda de César Franck

Ópera en 5 actos

04.06.2024 | tiempo de lectura: < 1 minuto

La reputación de Franck descansa principalmente en sus obras sacras y en sus composiciones para órgano, el cual fuera su instrumento de absoluto dominio.

Alrededor del año 1872, cuando Franck era instructor de órgano en el Conservatorio de París, el compositor descubre las obras de Richard Wagner y absorbe en sus técnicas de composición el sistema armónico propuesto por el gran compositor alemán.

En esta oportunidad traemos a ustedes Hulda, un mastodóntico drama de tres horas de duración donde se exponen las ideas que como dijéramos, Franck absorbiera de Richard Wagner.

El sujeto dramático de tintas oscuras, el ambiente de sanguinaria venganza por parte de la protagonista sugiere una atmósfera de violencia la cual es recreada a la perfección por la música de Franck.

Ello se nota primeramente en la belleza de la tímbrica orquestal, en las refinadas armonías y orquestaciones, con Leitmotivs elaborados en base a esquemas y principios sinfónicos, como vemos en las alegóricas danzas del tercer acto por ejemplo.

Al contrario de lo que muchos creen, el libreto, que no es otra cosa que una venganza en cinco actos de Hulda contra el Clan Aslak, contiene suficiente acción dramática que por momento escala a altitudes casi shakespearianas podríamos decir, incluyendo tres asesinatos y un suicidio.

En el plano vocal la crueldad y la violencia de la naturaleza de la temática dramática inclinan la balanza hacia el recitativo dramático, notable particularmente en el rol protagónico con sus siniestras invocaciones a arcaicas Deidades Paganas, requiriendo a una soprano oscura dentro de lo que se denomina SOPRANO SFOGATO.

Una verdadera fiesta para los sentidos.