La emperatriz Josefina

Opereta en un acto dividido en ocho escenas.
Libreto de Paul Knepler y de Géza Herczeg.
Música de Emmerich Kálmán.

29.09.2025 | tiempo de lectura: 2 minutos

Luego de ensayar nuevas técnicas con VIOLETA DE MONTMARTRE, opereta que data de 1930, nuestro músico compone LA EMPERATRIZ JOSEFINA en 1936, obra que constituye no solo una rareza dentro de la producción de Kálmán sino dentro de todo el universo de la opereta vienesa.

Nuestra obra de esta oportunidad, presentada íntegramente primera vez en Uruguay fue creada no dentro de la habitual división de actos sino a modo de un gran bloque compacto de casi 150 minutos de duración, y presentando una cohesión sinfónica y vocal jamás vistas en las anteriores obras del gran músico húngaro.

Junto con LA DUQUESA DE CHICAGO , LA EMPERATRIZ JOSEFINA constituye la opereta más extensa de las compuestas por Kálmán, la cual surge a modo de respuesta contra GIUDITTA, obra madura de su rival y enemigo Franz Lehár, la cual se acerca por momentos al terreno de la ópera

Kálmán compuso a nuestra EMPERATRIZ luego de que el Teatro An der Wien de Viena se declarara en bancarrota debido a la intervención Nazi en la política cultural austríaca.

Impulsado por el éxito que Lehár obtuviera en 1934 con GIUDITTA cantada por su excelso tenor Richard Tauber, Kálmán decidió probar que su valor como creador musical no era inferior al de Franz Lehár, recurriendo esta vez a la neutral Suiza para el estreno de su nueva obra.

La orquestación de LA EMPERATRIZ JOSEFINA es mucho más densa y rica que la de las obras anteriores de Kálmán, debido a su concepción más cercana a la ópera.

En la partitura hallamos hermosos valses como el lento que canta Josephine de nombre “Hermosa Marquesa” y su posterior foxtrot titulado “Mi sueño”.

También su aria a comienzos de la escena tercera parece provenir de la opereta anterior LA PRINCESA DE LAS CSARDAS.