La Boheme

Ópera en cuatro actos.
Libreto de Giuseppe Giacosa y Luigi Illica.
Música de Giacomo Puccini.

23.12.2025 | tiempo de lectura: 2 minutos

Pocas son las credenciales artísticas y musicales que nuestra ópera de esta noche necesita presentar, habiéndose establecido en el repertorio de todos los teatros líricos del mundo desde su estreno en 1896, dirigida por el joven Arturo Toscanini.

LA BOHèME es la cuarta ópera de Giacomo Antonio Domenico Michele Puccini (1858-1924), y uno de sus más duraderos  éxitos, permaneciendo representada en todas las épocas desde su première mundial hasta el día de hoy.

La versión que presentamos de este clásico pucciniano ha sido duramente criticada por los expertos y por el público, mayormente por el desempeño del entonces matrimonio Alagna-Gheorghiu, lo cual la hace más interesante de conocer aún.

Por otra parte la misma responde a una nueva edición crítica de la partitura realizada por Francesco Degrada en 1988, continuando con la serie de recuperaciones de las versiones originales de las óperas de Puccini que Riccardo Chailly ha venido realizado, también con TOSCA, MADAMA BUTTERFLY y MANON LESCAUT, entre otras.

Ateniéndose a los resultados, dichos trabajos presentan tan solo un interés puramente académico, más no de mejora en lo que respecta a lo musical.

Se trata de verdaderos documentos históricos pero que nada importante aportan con respecto a las versiones tradicionales que normalmente se ejecutan, y que se hallan dentro del gusto del público operístico en general.

En este caso la revisión de Degrada presenta 181 correcciones realizadas a la partitura corriente de LA BOHèME, a saber, 42 en el primer acto, 52 en el segundo, 39 en el tercero y finalmente 48 en el cuarto.

Las mismas afectan principalmente a notas aisladas dentro de la partitura eliminando algunas prácticas tradicionales, agregando por ejemplo un hermoso pasaje a cargo de la flauta sobre fondo de arpa en el momento que Rodolfo inicia su CHE GELIDA MANNINA! en el primer acto.

Lo segundo a destacar de esta nueva versión afecta a los TEMPI, a la dinámica y al fraseo de las líneas vocales y orquestales, partiendo de las observaciones realizadas por el célebre director Sir THOMAS BEECHAM de que tanto Puccini como Richard Strauss detestaban un fluir lento de la música y TEMPI LENTOS.

Ello se halla presente fundamentalmente en la primera mitad del primer acto y en la del cuarto, los cuales deben deslizarse con total frescura y sin languideces sentimentales.

Por último ello aplica también al delicioso VALS DE MUSETTA en el acto segundo, el cual debe ejecutarse en forma vivaz y jamás sentimentalmente como si se tratara de una opereta vienesa.