La inteligencia artificial y la vulnerabilidad infantil

Qué orejas tan grandes que tienes abuela, decía Caperucita. Hoy por hoy, del otro lado de la pantalla, nuestros menores pueden ver una cosa pero en realidad son otra. La inteligencia artificial en gran parte se ha convertido en un aliado del crimen cibernético y el tráfico sexual infantil florece. Mientras que los adultos responsables subestiman este impacto la vulnerabilidad de que los niños se conviertan en víctimas de abuso sexual va en aumento.

Urge una responsabilidad y compromiso colectivo desde todos los ángulos sociales de entender este flagelo, de saber las estadísticas y de no dudar a la hora de perseguir y judicializar a los responsables, pero por sobre todo creerle a los menores.

Pablo Tellechea, corresponsal de Justos y pecadores en Estados Unidos: