Las armas que dieron origen a la ley del duelo en Uruguay, a subasta

Con un precio base de 2.500 dólares

06.08.2021 | tiempo de lectura: 3 minutos

El 2 de abril de 1920 un disparo conmocionó a la sociedad uruguaya: el diputado Washington Beltrán salió sin vida del duelo que lo enfrentó al expresidente José Batlle y Ordóñez, quien se defendía allí de un alevoso editorial periodístico. Aquellas históricas pistolas salen ahora a subasta.

La cancha del Parque Central, sede de Nacional, sirvió de escenario al combate armado entre rivales políticos que marcó un hito en la historia de Uruguay. Hasta ese momento, el Código Penal prohibía batirse a duelo -si bien se practicaba-; desde el reto Beltrán-Batlle quedó regulado por la ley 7.253 -que se mantuvo vigente 72 años, hasta 1992-.

DE RIVALIDAD A TRAGEDIA

A 25 pasos de distancia se ejecutaron los dos disparos del encuentro que, según cuenta a Efe el periodista y escritor uruguayo Diego Fischer, como era «a primera sangre» terminaría ante la primera herida leve.

Sin embargo, la bala disparada por Batlle y Ordóñez (1856-1929), líder del sector batllista del Partido Colorado (PC) y fundador del periódico El Día, tuvo una trayectoria más precisa que la de Beltrán (1885-1920), diputado por el rival del PC, el Partido Nacional (PN), y fundador del diario El País.

«Batlle era un experto tirador y Beltrán era un hombre que nunca había esgrimido un arma de fuego, sí era experto en esgrima pero como Batlle era el ofendido fue el que tuvo derecho a elegir las armas», explica Fischer, autor de la novela histórica sobre el duelo, titulada «Qué Tupé».

Ese era, apunta Fischer, el título del editorial que originó el conflicto, pues en él Beltrán arremetió contra el dos veces presidente (1903-1907 y 1911-1915) con calificativos como «campeón del fraude» para defender al PN de críticas lanzadas desde el bando del ‘colorado’ Batlle.

LAS PISTOLAS DEL PRESIDENTE

Con un precio base de 2.500 dólares, serán puestas a subasta este viernes 6 o sábado 7 de agosto en Montevideo, junto a otros objetos históricos, dos pistolas de práctica que, como detalla el catálogo de la casa de remates Zorrilla, son de origen belga, marca Flobert y de calibre nueve milímetros.

Si bien, como señala el rematador y director de la casa de subastas, Sebastián Zorrilla, no hay documentación fotográfica que lo pruebe, estas armas son las reconocidas por Fischer como las usadas en el ya centenario duelo.

Según el autor, la evidencia de esto surgió en la investigación que hizo para su libro hace 11 años, cuando pudo confirmar que el jefe de Estado en la época del duelo, Baltasar Brum (1883-1933), estrecho colaborador de Batlle, donó las pistolas.

Fue así que, en contacto con la familia Brum, el autor dio, en el apartamento del ahora fallecido sobrino nieto del expresidente Conrado Hughes, con las armas que se subastarán en las próximas horas y que, por testimonios recabados, Fischer confirma como las mismas del duelo.

Otro sobrino nieto de Brum ratificó a Efe esta versión y agregó que esas pistolas son las mismas «que fueron presentadas en el duelo con Herrera», en alusión al que mantuvieron en 1922 el ‘colorado’ y el ‘blanco’ Luis Alberto de Herrera -bisabuelo del actual presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou-, sin consecuencias para ninguno de ellos.

PISTAS FORENSES

Otro factor importante, dice el periodista, es que los reportes de la autopsia de Beltrán describen un orificio de bala con forma de «estrella» y el cañón de las pistolas, de empuñaduras de madera tallada, es octogonal.

Este aspecto es señalado en un artículo publicado en 2011 por los médicos forenses Guido Berro y Antonio Turnes, quienes, con los informes del caso, hicieron una autopsia histórica de Beltrán. En ella el aspecto «estrellado» del agujero de bala les llamó tanto la atención que no pudieron descartar «que el proyectil tuviera alguna particularidad o atipía».

Ahora, poco más de un siglo después, serán rematadas aquellas pistolas que «dispararon» una ley que sobrevivió más de siete décadas y cuyo fin llegó por su carácter «anacrónico» y «extraño a las pautas de convivencia vigentes».

Foto y texto: EFE