Las bajas rusas en Ucrania ascienden a 600.000 desde el inicio de la invasión, según Kiev
La cifra estimada incluye muertos y heridos
19.08.2024 | tiempo de lectura: 2 minutos
Rusia ha perdido más de 600.000 de sus soldados, entre muertos y heridos, desde el inicio de su invasión a gran escala iniciada hace casi dos años y medio, afirmó este lunes el Estado Mayor del Ejército ucraniano.
Las bajas estimadas entre las fuerzas rusas en Ucrania han aumentado a 600.470, después de que unos 1.120 de sus soldados murieran o resultaran heridos en combate el domingo, según datos del Estado Mayor en su último informe el lunes por la mañana.
Las pérdidas mensuales de personal militar ruso aumentaron bruscamente, en más de un 44 %, tras el inicio de su ofensiva sorpresa en la región de Járkov (este) en mayo, alcanzando casi 39.000 en ese mes.
Se redujeron algo en los meses siguientes, pero se mantuvieron en niveles más altos, por encima de 35.000 en junio y julio, ya que Rusia ha continuado con su apuesta por los asaltos de infantería durante su ofensiva en el este y el sur del país.
En agosto, las pérdidas diarias de Rusia han sido hasta ahora de entre 1.000 y 1.200 soldados, según estimaciones ucranianas, que afirman que Rusia sigue pagando un alto precio por sus avances graduales en partes de la línea del frente en la región de Donetsk (este).
Según Kiev, Rusia también ha perdido más de 8.500 tanques, casi 16.500 vehículos blindados de combate, 17.000 sistemas de artillería y casi 700 aviones y helicópteros desde que comenzó la invasión.
Tanto Rusia como Ucrania han evitado revelar públicamente sus propias pérdidas.
Según las últimas estimaciones de analistas militares ucranianos, Rusia ha mantenido el tamaño de sus fuerzas en Ucrania entre los 510.000 y los 520.000 efectivos, debido a su capacidad para encontrar suficientes reclutas para cubrir sus pérdidas, gracias en parte a una compensación económica cada vez más generosa ofrecida a los nuevos soldados.
La situación puede haber cambiado tras el inicio de la ofensiva ucraniana en Kursk, al sur del territorio de la Federación de Rusia, a principios de agosto, en medio de informes sobre el traslado de algunas unidades a la región atacada.
Texto y foto: EFE