Luna de miel

Por Leonardo Luzzi

26.03.2025 | tiempo de lectura: 2 minutos

Los gobiernos en Uruguay al asumir el 1º de marzo reciben la gentileza de quien perdió las elecciones de un período de 100 días conocido como “luna de miel” donde la oposición deja gestionar sin levantar, al menos demasiado, su voz.

En algunos casos desde 1985 para acá, ese tiempo se respetó bastante y en otros no tanto.

Actualmente se está en ese tramo donde las autoridades toman sus primeras decisiones que marcan la impronta del nuevo gobierno mientras se elabora la Ley de Presupuesto que definirá cómo se distribuirán los recursos y qué políticas públicas se priorizarán. Más recursos para la educación, incluida la Universidad, asentamientos y para enfrentar la pobreza infantil estarán seguramente al tope de la lista.

Aún no está claro si la oposición dará esos 100 días o si antes comenzará a marcar sus diferencias con la administración del presidente Yamandú Orsi.

Antes de asumir el nuevo gobierno, hubo una diferencia interna en el oficialismo cuando el ministro de Economía, Gabriel Oddone planteó desindexar los aumentos de salarios, es decir despegarlos de la evolución de la inflación. De inmediato respondió en contrario el ministro de Trabajo, Juan Castillo, y el Pit Cnt en bloque marcó su discrepancia. La oposición prácticamente miró de afuera la discusión sin intervenir. Aún no empezaba el conteo de los 100 días.

Ya luego del 1º de marzo hubo un par de temas donde en plena luna de miel integrantes de la coalición republicana cuestionaron al gobierno y hubo algo de fuego cruzado.

Fue por el tema Venezuela al haber anunciado el canciller Mario Lubetkin que Uruguay dejaba de reconocer como presidente al líder de la oposición Edmundo González Urrutia aunque tampoco reconoce a Nicolás Maduro.

También, desde la oposición, se quiso marcar como inconsistencias las diferencias con Economía.  La Coalición Republicana salió al cruce del prosecretario de Presidencia, Jorge Díaz, quien se refirió a la marcha del país como una Ferrari fundida que no anda, mientras que Oddone entiende que la economía está sólida en general y frágil en lo que refiere al déficit fiscal.

El  gobierno anterior también había comenzado la luna de miel con interrupciones.

Luego que el entonces presidente Luis Lacalle Pou decidió la emergencia sanitaria por la pandemia del covid-19, desde el Frente Amplio se criticó duramente la estrategia de la libertad responsable y algunos  impulsaron la cuarentena. Las críticas también apuntaron a lo que se entendió como lentitud en la llegada de las vacunas.

Volviendo al hoy, donde se podía pensar que iba a haber fricción era en la negociación por los cargos y sin embargo eso fluyó bien y la administración Orsi ofreció primero 34 que luego elevó a 40. Todos contentos.

En el medio, en estos primeros días de luna de miel, hubo posicionamientos del gobierno y oposición sobre el accionar de fiscalías y el caso del exintendente blanco Guillermo Besozzi sumado a episodios que se vinculan directamente con las elecciones departamentales.

Además, en estos días va quedando claro que la Coalición Republicana no actuará como tal en el Parlamento y eso permitirá al oficialismo obtener negociando los dos votos que le hacen falta en Diputados para llegar a la mayoría.

Blancos, colorados, independientes y Cabildo Abierto se pararán distinto de aquí en más frente al gobierno, mientras que la Torre Ejecutiva, y en particular el propio presidente, se muestran conciliadores para sacar adelante proyectos con consenso político. La luna de miel sigue.