Médicos Sin Fronteras en el Congo
“Tenemos que retomar la normalidad, pero con mucha prudencia”, dijo Natalia Torrent, coordinadora de MSF en Kivu Norte
03.02.2025 | tiempo de lectura: < 1 minuto
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La economista explicó, en diálogo con Justos y pecadores, que tras los avances del M23 la calma se está retomando en la ciudad y la gente está empezando a salir de sus casas.
“Los enfrentamientos se estaban desarrollando en la zona oeste y en la zona norte, pero desde el domingo la situación se volvió compleja en toda la ciudad de Goma”, señaló.
Médicos Sin Fronteras trabaja desde hace 30 años en el República Democrática del Congo en diferentes proyectos en la región. En Goma, estaban enfocados en los campos de desplazados internos, que abarcaba a casi un millón de personas.
“Desde el jueves nos reconvertimos a las nuevas necesidades médicas para atender heridos”, dijo Torrent. “Creamos más capacidad en uno de los hospitales en coordinación con la Cruz Roja. Atendimos a los pacientes con heridas más leves y postoperatorios. Ahora estamos replanteando qué hacer en base a las necesidades”, mencionó.
Durante los enfrentamientos, el hospital recibió víctimas, muchos civiles y muchas mujeres, con disparos de balas y como resultado de explosiones.
Ahora evalúan además la situación de agua potable. “La falta de energía eléctrica hace que las bombas no funcionen”, dijo Torrent.
Más de 400 personas trabajan de MSF en el Congo. Un integrante del equipo de emergencias fue baleado cuando estaba en su casa.
“Son episodios complejos que buscamos objetivizar al máximo. Intentamos racionalizar para mitigar los riesgos. Nos mantenemos fuertes mentalmente y con los pies en el suelo”, dijo la coordinadora.
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