Menos héroes, más soluciones

Concentrarse en las respuestas a los problemas sociales es un rasgo característico del periodismo de soluciones. ¿Esto implica desconocer a quienes llevan adelante las iniciativas? Claro que no pero, ¿cuál es la diferencia? La solución es la protagonista

18.09.2021 | tiempo de lectura: 2 minutos

Veamos algunos ejemplos. ¿Cómo hizo un grupo de pescadoras para salir adelante luego de la pandemia? ¿Cómo se organizaron para reabrir las puertas de su emprendimiento gastronómico?

Las mujeres de la Cocina de La Barra en la Laguna de Rocha retomaron su actividad  luego de varios meses en un espacio renovado y con sus platos característicos, producto de un proyecto que combina relatos y recetas.

Con asesoramiento, capacitación, apoyo y esfuerzo, el grupo y sus familias lograron incrementar la cantidad de personas que visitan cada año el área protegida y plantearon varios desafíos, entre ellos que se habilite la conexión eléctrica y se mejore el camino de acceso, dos compromisos asumidos por la comuna que están en vías de concretarse.

En este caso, los testimonios de Beatriz Ballesteros, presidenta de APALCO e integrante de la cocina, junto a Cecilia Laporta, asesora técnica del emprendimiento fueron fundamentales para comprender la evolución del proyecto, desde un antiguo kiosco hasta una propuesta integral que involucra la historia, la cultura y el paisaje de la laguna y fueron justamente ellas las que destacaron el trabajo colectivo.

Más cerca de la capital, en Canelones, en el barrio Aeroparque, una red de centros educativos se ha vuelto clave en una zona que durante años estuvo prácticamente aislada, con pocos servicios y dificultades para acceder a la educación y a la salud.

El puntapié inicial estuvo a cargo de un grupo de mujeres allegadas a la parroquia Stella Maris que en la década del 70 fundaron una guardería que actualmente es gestionada por una ONG a través de convenios con INAU y UTU. Luego, la intervención del Estado, a través del municipio y el aporte de privados dieron lugar a una Manzana Educativa con dos escuelas, un CAIF, un liceo, una policlínica y algunas propuestas que van camino a desarrollarse en un barrio con desafíos por delante.

Nuevamente los encuentros con los referentes de las organizaciones, las conversaciones con los vecinos y vecinas de la zona, además de la palabra de las autoridades fueron fundamentales en la comprensión del proceso. Sin embargo, hacer de las soluciones el eje del relato nos ayudó a ver los entramados que hay detrás de las iniciativas, con sus aciertos y sus dificultades, donde el aporte de cada una de las partes resulta de vital importancia.

No se trata de reportajes sin personajes o historias de vida, sino de una mirada que desde sus bases se enfoca en la respuesta a un problema social sin posicionar a quienes impulsan esos mecanismos como héroes o heroínas.

De lo que se trata es de buscar conceptos o mecanismos claves capaces de contribuir con otras realidades y motivar nuevas líneas de acción.

Pero aclaremos algo, son los testimonios y los intercambios con las personas los que orientan, humanizan y dignifican las historias que contamos. Prescindir de ellos no solo sería un error, sino que le quitaría al periodismo la posibilidad de conocer, indagar y comprender los relatos y las circunstancias de las que estamos hechos. Y eso no sería una opción.