Microplásticos en el ambiente

Viajero de la Ciencia, columna de Carlos Vera en Justos y Pecadores

11.05.2022 | tiempo de lectura: 2 minutos

Las ciencias químicas y de la salud alertaron sobre la preocupación creciente de la presencia de micropartículas de materiales plásticos en el ambiente flotando en el aire que respiramos o disueltas en las fuentes de agua que usamos para beber. Éste es un aspecto de la contaminación moderna que comenzó en los años 50 del siglo pasado (S.XX).

La alerta ambiental se disparó al encontrar micropartículas de materiales plásticos (microplásticos) de tamaño menor a 5 mm (pero las más nocivas son las menores a 1 mm), en los pulmones y sangre de seres vivos, en particular, en los humanos.   Llegan a estos lugares del cuerpo por la inhalación del aire respirado y/o por la ingesta de agua, incluso la clasificada como agua potable.   Las partículas de microplásticos se depositan y acumulan en los pulmones o en órganos por los que pasa la sangre, y han mostrado cierta correlación con la aparición de nuevas enfermedades en los animales incluido el hombre, incluso aumento de cáncer de pulmón y de hígado, en aquellas poblaciones con deficiente tratamiento de las aguas potables o de la calidad del aire.

Los microplásticos son materiales que se producen por la fricción de los materiales plásticos de desecho (PE, polietileno; PVC; PP, polipropileno; PET; PU, poliuretano), o por la fabrican exprofeso para usarlos en cosméticos o medicamentos porque son inertes (no actúan químicamente) y ayudan al deslizamiento de las cremas o de los geles.

El plástico es uno de los materiales que más tarda en biodegradarse y al mismo tiempo es el material más usado en las sociedades actuales.  Una botella hecha de plástico, por ejemplo, tarda aproximadamente 500 años en desintegrarse, en comparación con la basura orgánica de nuestra sociedad que tiene un tiempo de degradación de 4 semanas (además de servir de abono).  O comparada a los 300 años de la radiactividad que emite el contaminante radiactivo más abundante en el accidente de Chernobyl.

Ni una cosa, ni la otra!: