¿Por qué Sudamérica se "bajó" de la pelea por la candidatura y acordó este formato?
Hubo razones económicas y políticas para el acuerdo, que terminó en que se decidan las sedes por acuerdo y no votación y será la primera ocasión en la que jugará en tres continentes: Europa, América y Africa
04.10.2023 | tiempo de lectura: 2 minutos
"El Consejo de la FIFA, en representación de todo el mundo del fútbol, acordó por unanimidad celebrar el centenario de la Copa Mundial de la FIFA, cuya primera edición se jugó en Uruguay en 1930, de la forma más adecuada. Como resultado, habrá una celebración en Sudamérica y tres países sudamericanos (Uruguay, Argentina y Paraguay) organizarán cada uno un partido de la Copa Mundial de la FIFA 2030. El primero de estos tres partidos, por supuesto, se jugará en el estadio. donde empezó todo, en el mítico Estadio Centenario de Montevideo, precisamente para celebrar la edición centenaria de la Copa Mundial de la FIFA", el anuncio del presidente Gianni Infantino confirmó que no habrá pelea por la Sede de 2030 e inaugura un nuevo formato.
Uruguay, Argentina y Paraguay jugarán su primera partido de la serie como locales y el resto en la sede de Europa o Marruecos que les toque.
Salvo esos tres partidos, el Mundial se jugará en España, Portugal y Marruecos, y aunque no hay anuncio de sedes y partidos, la especulación es que la final se jugará en el Santiago Bernabeu de Madrid.
¿Por qué el acuerdo? Por lo que pudo saber MP Deportes, Sudamérica tenía claro que perdía la votación con claridad, por lo que optó por negociar este formato de Mundial.
También jugaba la variable económica. El propio Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, admitió que "si esto hubiera sido una competencia donde nuestros gobiernos tenían que comprometer los fondos que hoy comprometen los países para ser sede, creo que hubiera sido una propuesta irresponsable de nuestra parte y creo que tampoco hubiéramos podido, porque sabemos que hay otros países que tienen muchos mejores condiciones económicas y menos prioridades que nuestro pueblo".
Lo cierto es que se juntaron ambas cosas: Sudamérica tenía comprometida la posibilidad de inversión que supone un Mundial en países con problemas económicos, sociales y/o políticos (en particular Argentina) y al mismo tiempo, de someterse a votación la inauguración del Mundial, se perfilaba para que Europa ganara holgadamente.
Por tanto, optó por negociar una salida consensuada y no quedarse con las manos vacías.