Preocupa a los oftalmólogos el crecimiento del síndrome de ojo seco en Uruguay

La exposición a las pantallas, a la calefacción o el uso excesivo de aire acondicionado aumentan los síntomas de esta afección oftalmológica

25.06.2024 | tiempo de lectura: 2 minutos

Se estima que cerca de 900.000 uruguayos sufren de "ojo seco", una afección fácilmente detectable en una consulta oftalmológica, que ha mostrado un notable incremento en los últimos años, especialmente entre los jóvenes de 18 a 24 años.

Aunque este problema ya existía, el aumento en la exposición a las pantallas ha provocado un crecimiento exponencial del síndrome de ojo seco. Tradicionalmente, esta patología ocular era más común en personas mayores de 50 años, pero ahora está comenzando a afectar a una edad más temprana, con un aumento significativo en jóvenes de entre 18 y 24 años.

El incremento en las consultas se observa principalmente entre quienes usan lentes de contacto y pasan largas horas frente a pantallas. Aproximadamente entre un 10 y un 30% de la población padece esta enfermedad, que aunque prevalece en personas mayores de 50 años, está afectando cada vez más a los jóvenes.

"Es un síndrome que está subdiagnosticado, la gente padece los síntomas y no sabe que tiene", afirmó Rosario Varallo, profesora adjunta de la Cátedra de Oftalmología, especialista en Cirugía de Cataratas y Glaucoma, e integrante de la Clínica Oftalmovisión.

Existen dos tipos principales de "ojo seco": el hiposecretor, caracterizado por una producción insuficiente de lágrimas, y el evaporativo, el más común, que ocurre cuando la calidad de la lágrima es deficiente debido a una disfunción en las glándulas de meibomio ubicadas en el borde de los párpados.

Los síntomas del "ojo seco" varían e incluyen sensación de arenilla, ardor, enrojecimiento, sequedad, sensación de cuerpo extraño, intolerancia a los lentes de contacto, visión borrosa variable y, en algunos casos, lagrimeo debido a la mala calidad de la lágrima.

El uso constante de pantallas de celulares y computadoras reduce la frecuencia del parpadeo, alterando la lubricación de los ojos y causando daño ocular. Asimismo, la exposición a ambientes secos por el uso excesivo de aire acondicionado o calefacción puede agravar los síntomas del ojo seco.