Romeo y Julieta

Drama lírico en cuatro actos.
Libreto de Marco Marcelliano Marcello.
Música de Filippo Marchetti.

01.09.2025 | tiempo de lectura: < 1 minuto

Recordado mayormente en nuestros días por la obertura de su ópera RUY BLAS de 1869, obra que constituye su mayor éxito en el dominio del teatro lírico, el compositor italiano Filippo Marchetti es autor asimismo de las óperas LA DEMENTE de 1856, IL PARIA de 1859 y DON JUAN DE AUSTRIA, su última creación lírica estrenada en Turín en 1880.

Honrando la justa memoria de este importante músico, cuya producción quedara luego eclipsada por otros operistas a través de los años, en ésta ocasión traemos a ustedes ROMEO Y JULIETA, su cuarta ópera que viera por primera vez la luz del día en 1865, para luego ser revisada en 1872 y 1876.

Haciendo a un lado su RUY BLAS y juzgando a partir de nuestro ROMEO Y JULIETA Marchetti se presenta aquí como un refinado melodista con gran sentido del elemento escénico-dramático, derivando su música a partir de un tardío Donizetti y un mediano Verdi, pero anunciando a su vez al futuro de la música lírica italiana.

Ello lo podemos comprobar en algunas de sus efusiones vocales que parecen no solo hallarse cercanas a la Scapigliatura Milanesa de Ponchielli y de Catalani, sino también a anticiparse al propio verismo que no tendría lugar históricamente sino hasta 1890.

Otra nota curiosa de esta joya olvidada del repertorio italiano decimonónico es que el personaje de Paris, secundario en la propia obra de Shakespeare y en otras adaptaciones operísticas, es aquí un importante papel asignado al barítono, cubriendo gran parte del rol de Mercutio en la obra original de teatro.

De particular lucimiento es su participación en el final del acto tercero, interpretado en nuestra versión por el barítono lírico uruguayo Dario Solari, de reconocida trayectoria internacional europea.