Ruglio: la plata, la gloria y las reuniones “pesadas” con los contratistas

«Se ha logrado que la gente crea que se puede. Eso lo tenemos ganado»

30.09.2021 | tiempo de lectura: 2 minutos

Peñarol se juega la chance de llegar a la final de la Copa Sudamericana enfrentando a Athlético Paranaense, en el estadio Arena da Baixada, desde las 21.30 horas. En la previa, el presidente Ignacio Ruglio habló desde Brasil con Derechos exclusivos.

«Confiamos en el trabajo y en la unión del grupo. Podemos hacer un partido de dos goles y manejar los tiempos. Confiamos en ellos. Con respeto y sin achicarnos. De visitantes hicimos goles en todos lados», empezó diciendo Ruglio.

Hoy no sólo está en juego la plata y la gloria: «Se ha logrado que la gente crea que se puede. Eso lo tenemos ganado. Desde acá hay que seguir estando, eso te trae plata y gloria. Cuando los jóvenes se lucen, te suena el teléfono. Ese es el gran capital del club. Hoy nos jugamos muchísimo no sólo en las cosas que se ven a diario. No hemos ganado nada aún pero la gente nos respalda porque ve que hay un proceso, y un proceso no debe evaluarse en dos meses».

El presidente de Peñarol informó que tiene comprometida la venida de Giovani Zarfino para enero. Que por sugerencia de Bengoechea no llegó antes para no “tapar” a Álvarez Wallace.

Siendo parte de un mercado vendedor, Ruglio explicó el secreto para poder mantener a “las joyas” del club: «Cualquier oferta por Álvarez Martínez o Torres nos aseguraba tres años pero dimos prioridad a la gloria. Tenemos nueve de nueve sueldos pagados. Eso era asegurarme durante tres años, 36 meses pagos de sueldo. No los vendimos porque eran nuestros; si no son tuyos, no podés. Se van a quedar pero son períodos. Hasta diciembre cumplieron. Podés generar pertenencia en Los Aromos pero hay familias detrás que demandan. En cinco años de contrato pueden asegurar cinco generaciones».

A propósito de leyes de un mercado desigual donde nuestros clubes reciben migajas en las grandes transferencias, contó una anécdota ocurrida en su último viaje: «Llevé un estudio a Europa. Se lo presenté a los presidentes de clubes con los que me reuní. Los últimos 10 jugadores brasileños sub 22 vendidos salieron por un promedio de 37.7 millones de dólares. Los últimos diez argentinos, un promedio de 17.8 y los uruguayos, 7.2 millones de dólares. Les pregunté: ¿por qué nos pagan esto a nosotros? ¿Dónde queda el resto del dinero? No lo sabíamos, me decían», concluyó Ruglio.