Ruido, jardines de lluvia y alerta temprana a inundaciones: tres temas sobre Ambiente
En Bandeja de Entrada hablamos sobre contaminación acústica, respuesta al cambio climático e iniciativas sustenables
15.06.2022 | tiempo de lectura: 3 minutos
En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, celebrado el 5 de junio, Medios Públicos publicó Bandeja de Entrada, una serie de informes sobre contaminación acústica, respuesta al cambio climático e iniciativas sustenables.
Ruido
A partir del Congreso Mundial del Medio Ambiente organizado por las Naciones Unidas en 1972, el ruido se declaró como “contaminante”, desde entonces se habla de contaminación acústica.
En el informe mundial 2021 sobre audición de la Organización Mundial de la Salud, se estima que 80% de quienes habitan en las grandes ciudades sufre de un impacto acústico superior al recomendado.
Para 2050, casi 2.500 millones de personas vivirán con algún grado de pérdida auditiva, de las cuales al menos 700 millones necesitarán servicios de rehabilitación.
El exceso de ruido tiene efectos en la calidad de vida y se manifiestan con síntomas como: dolores de cabeza, estrés, irritabilidad, hipertensión, insomnio, taquicardia entre otros.
Además, generan problemas entre vecinos y reclamos. En Montevideo, por ejemplo, el informe anual de la Defensoría de vecinas y vecinos indica que durante el año pasado se trataron 1.379 asuntos en total.
Los problemas por contaminación acústica están en el tercer lugar con el 16%, después de los temas urbanos con 48,2% y los problemas de convivencia que alcanza al 24,4%. Pero, además, el 38% de los problemas de convivencia se producen por ruidos molestos.
Sistema de Alerta Temprana de Inundaciones
Un sistema de alerta temprana de crecidas, sequías, olas de calor o tormenta advierte a las personas sobre la llegada de condiciones meteorológicas peligrosas y señala las estrategias que gobiernos, comunidades y particulares pueden adoptar para reducir al mínimo los impactos.
Estos sistemas permiten seguir de cerca las condiciones atmosféricas en tiempo real, tanto en tierra como en el mar, y pronosticar eficazmente los fenómenos meteorológicos y climáticos.
Los beneficios derivados de los sistemas de alerta temprana multiplican por más de diez la inversión realizada. Por ejemplo basta con emitir con 24 horas de antelación un aviso de tormenta para reducir los daños en un 30%.
En menos de cinco años, los sistemas de alerta temprana deberían proteger a todos los habitantes de la Tierra frente al cambio climático y frente a un tiempo cada vez más extremo, según un nuevo y ambicioso objetivo anunciado en marzo de este año por las Naciones Unidas.
Desde 2014 la Universidad de la República desarrolla el proyecto de Sistemas de Alertas Tempranas de Inundaciones (SATI), un sistema que permite estimar los niveles de agua frente a las ciudades y a partir de éstos, identificar la afectación.
La Dirección Nacional de Aguas (Dinagua) es la encargada de gestionar el acceso a los sistemas de información de base necesarios para alcanzar los pronósticos. El Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) es quien gestiona datos históricos y en tiempo real de las estaciones pluviométricas y meteorológicas a nivel nacional.
La lluvia que cae y que escurre no la podemos evitar. Ahora, sobre los niveles de riesgo de inundación sí podemos actuar. Los daños se pueden prevenir y reducir.
Jardines de lluvia
Los Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible son técnicas de gestión de aguas pluviales y planeamiento urbano que buscan reproducir los procesos hidrológicos naturales, integrando urbanismo, paisajismo e hidrología.
El objetivo es dotar la ciudad de “nuevas capas” permeables en techos y pavimentos que se comportan como sumideros que filtran imitando el ciclo natural del agua.
Siempre se ha intentado recoger toda el agua de lluvia a través de superficies impermeables como cunetas y tuberías y desalojarla lo más rápido posible. Ahora se empiezan a tener no solo en cuenta la necesidad de evacuar el agua de lluvia, sino también la necesidad de hacerlo de una manera racional.
Encontrar soluciones sostenibles y respetuosas con el medio ambiente es uno de los mayores retos del sector hídrico hoy. A la fecha, casi todas las localidades del país presentan problemas vinculados al drenaje pluvial.
Además de los problemas típicos de inundaciones de viviendas y cortes de calles por desbordes o insuficiencia de infraestructura de drenaje, hay filtración de saneamiento a pluviales, arrastre de contaminantes y problemas de erosión en descargas a playa.
En Montevideo en el año 2018 se comenzaron a instalar Jardines de lluvia que parecen a simple vista canteros con plantas.
Estas alternativas retoman algunas costumbres que desde hace tiempo se practican buscando aprovechar y cuidar los recursos, a escala doméstica, por ejemplo recoger el agua de lluvia para regar las plantas.
A pequeña o gran escala, la búsqueda de métodos sostenibles en la gestión de las aguas pluviales tiene algunos sistemas ya en uso desde hace tiempo en varias ciudades.
Foto: Nicolás Celaya /adhocFOTOS.