Uruguaya en la cima del Everest: “me cansé de golpear puertas y que me dijeran que no”
“Pensé que al ser la primera iba a ser fácil conseguir patrocinio y me llevé una gran desilusión”
20.05.2022 | tiempo de lectura: 2 minutos
La montañista Vanessa Estol se convirtió en la primera uruguaya en alcanzar la cumbre del Monte Everest, la montaña más alta del mundo. “Pensé que al ser la primera iba a ser fácil conseguir patrocinio y me llevé una gran desilusión”, dijo Estol a Justos y Pecadores.
Doctora en psicología y ex Miss Uruguay, Vanessa Estol aseguró que la experiencia fue alucinante y un momento súper duro. “Lo más duro que hice en mi vida pero aprendí un montón de cosas y pasaron un montón de cosas, fue increíble”.
La expedición le llevó 45 días. Comenzó a caminar el 4 de abril luego de un primero intento durante el año pasado que debió interrumpir. “Nos agarró una tormenta y el Covid. Este es mi segundo intento y por suerte logramos la cumbre”.
Estol mencionó que durante esta expedición a un compañero le dio un edema cerebral y tuvo que abandonar el equipo. Además tuvieron avalanchas y se les acabó el oxigene. La montañista, radicada en México, dijo que se preparó cinco años para poder llegar física, económica y mentalmente al desafío.
“Muchas veces pensé ‘qué estoy haciendo acá’ o ‘por qué estoy sufriendo tanto pero en ningún momento se me ocurrió bajar’”.
Según Estol, el aspecto económico fue el más difícil, ya que una expedición de este tipo ronda los 60 mil dólares. “No tengo sponsors financieros, sí marcas que me ayudaron con equipo. Autofinancié toda mi expedición, hice un emprendimiento nuevo de treking y me costó muchísimo juntar el dinero”.
Y agregó “al principio me cansé de golpear puertas y que me dijeran que no. Pensé que como iba a ser la primera uruguaya iba a ser fácil conseguir patrocinio y me llevé una gran desilusión de muchas puertas cerradas pero con ganas y si realmente es lo que querés nada es imposible”.
Ahora, la uruguaya se propone subir las siete montañas más altas de cada continente, “llevo tres de siete”, mencionó.
Tras alcanzar la cima, Estol dijo que se ha vuelto una persona más flexible, que trabaja mejor en equipo, más solidaria y más empática. “La montaña saca lo mejor de uno mismo, te vuelva más resiliente, más enfocado, me ha servido muchísimo en todos los ámbitos de mi vida”.
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Texto: Camila Pírez.
