Valentín Fornaroli, capitán de Universitario de Salto campeón de OFI
Universitario de Salto le ganó 2 a 1 el partido de vuelta a Río Negro de San José en el Ernesto Dickinson y con un global de 4 a 3 es bicampeón de la Copa Nacional de Clubes de OFI.
04.08.2025 | tiempo de lectura: 2 minutos

Estuvo en las inferiores de Nacional varios años, pasó por Danubio y luego volvió a Salto para jugar en Universitario donde fue campeón en 2023 y ahora volvió a conseguir la copa.
En Derechos Exclusivos se expresó por la felicidad de conseguir el bicampeonato: “Estamos disfrutando mucho todo porque nos costó llegar hasta acá. Las finales las jugamos bien y lo que creo es que aprendimos a jugar la copa. Porque después de que arrancamos ganando las dos veces 2-0 y aún con el descuento de ellos nos mantuvimos firme. Salimos a jugar de igual a igual contra cualquier cuadro y eso nos hace diferente al resto”.
Dentro de los festejos y saludos no faltó el de su hermano: “Me llamó Bruno, hicimos video llamada, me mandó audios y mensajes. Estaba muy contento”.
Valentín habló de sus comienzos en el fútbol y porqué decidió volver a Salto: “Después de estar en juveniles de Nacional me voy a Danubio, se va Leo Ramos, me bajan a tercera y ahí decidí volverme a Salto para Universitario. Era un sueño poder jugar en la capital pero me hizo bien volver. Yo era medio desprolijo en Montevideo con algunas cosas”.
Sobre este tema profundizó y dijo: “En el fútbol no sabes lo que puede pasar pero si yo no hubiera sido el hermano del “Tuna”, el que tenía todo, que si no me costaban un poco más las cosas capaz me iba mejor. Pero siempre tuve todo en Montevideo y no me sacrificaba como mis compañeros que no tenían nada. Volví a Salto y me puse a trabajar y ahí empecé a saber lo que cuestan las cosas”.
Por último agregó: “Cuando uno es chico, como cuando vine a Montevideo, que se piensa que se lleva todo el mundo por delante, su hermano era la figura y todos te decían que sí a las cosas era fácil. Pero después volví a Salto y acá te chocas con la realidad y la vida misma. Ahí aprendí y me encaminé gracias a Ramón Ribas”.