Violencia hacia niños y adolescentes: en 2020 disminuyó la captación de casos

“No podemos decir que hubo más violencia por la pandemia, pero sí que tuvimos menos captación”, dijo la directora del Sipiav

27.10.2021 | tiempo de lectura: 3 minutos

Se registraron 3.957 casos de violencia hacia niños, niñas y adolescentes en el primer semestre del año, según las cifras presentadas por el Sistema Integral de Protección a la Infancia y la Adolescencia contra la Violencia (Sipiav).

Se trata de un incremento significativo respecto a los 2.559 del primer semestre de 2020 y una cifra algo mayor a los 3.688 del mismo período de 2019. El 55% de los casos es hacia niñas y adolescentes mujeres. Por edad, el 38% es hacia menores de entre 13 y 17 años, un 36% es hacia niños de entre 6 y 12 años. El 8% hacia niños de cuatro y cinco años y 6% hacia bebés y niños de hasta tres años.

Por tipo de violencia, se informó que el 34% fue por maltrato emocional, 24% por negligencia en los cuidados, 22% por abuso sexual, 18% por maltrato físico y 2% por explotación sexual. Al analizar los vínculos, la violencia proviene en 37% por el padre, el 23% por la madre, el 15% por la pareja de la madre, por otro familiar en 14% y en un 11% por una persona no familiar.

«Desde el 2007 venimos trabajando y planteando las situaciones atendidas. Trabajamos y detectamos esas situaciones de violencia porque los niños relatan y nosotros podemos percibir cuál es la situación. A partir de ahí se desarrolla todo un proceso de atención de esos niños, niñas y adolescentes que sufren violencia», explicó la directora del Sipiav, María Elena Mizrahi, en entrevista en Justos y Pecadores.

«Nosotros pensábamos, y se comprobó, que el 2020, al no tener lo que llamamos un lugar de protección (un Caif, una escuela, liceos, UTU) los niños y adolescentes no habían podido comunicar muchas veces cuál era su situación. Por eso hicimos por primera vez el corte en el semestre. Teníamos la impresión cotidiana, porque nosotros recibimos las situaciones y nuestros equipos la trabajan, de que había un incremento de detección de situaciones de violencia», agregó.

Según Mizrahi, este informe da una diferencia de 1398 situaciones nuevas. “Hay que decir, para aclarar, que esas 1398 situaciones de violencia no se captaron en el primer semestre del año, porque son situaciones de violencia que se trabajan durante un proceso muy largo. La detectamos, si hay una sospecha de abusos sexual o de violencia física se judicializa. Las situaciones que estamos trabajando son 3.957, pero las nuevas, captadas en el 1 de enero al 30 de junio, son 1398 situaciones, lo que da casi 7 niños por día», informó.

Las vías de recepción de estas situaciones son múltiples. Por lo general, los centros educativos y centros de cuidados y a través del INAU con los equipos de territorios del Caif. “No nos olvidemos que esto es violencia intrafamiliar y los niños pueden tener un referente adulto que consideren protector en algunos de estos centros”, aclaró.

También funciona la línea azul 0800 5050 donde familiares o vecinos pueden denunciar situaciones de violencia y, de acuerdo a la gravedad del asunto, interviene el INAU o el INAU junto al Ministerio del Interior.

El Sipiav tiene además en todo el país anclajes de los comités de recepción local donde las instituciones captan y presentan la situación para armar la estrategia entre todas las instituciones.

«La pandemia incide en la vida cotidiana. El aislamiento favorece a la pérdida de contacto de niños, niñas y adolescentes con referentes adultos. No podemos decir que hubo más violencia porque existía la pandemia, lo que sí podemos decir es que en el 2020 tuvimos menos captación, aunque durante el año trabajamos con 4911 situaciones, pero consideramos que la vuelta a la presencialidad iba a tener una mayor captación de la violencia, aunque en realidad es una constante”, explicó.

En Uruguay, la violencia hacia niños, niñas y adolescentes es un problema que existe desde siempre y puede visualizarse gracias a la nueva normativa vigente y los medios de prensa, consideró la directora del Sipiav.

“Esto hace que los niños tengan un marco de derechos diferente. Y la coordinación, además, de los organismos del Estado», apuntó.

Mizrahi señaló que los desafíos son “poder seguir batallando diciendo que esto es un problema de derechos humanos y que se necesita un cambio de relacionamiento social que nos compete a todos”.

Con respecto a la atención, informó que se avanzó en captar la situación, en el cese de la violencia y en los primeros abordajes.

“Tenemos un desafío muy grande en el tema de los seguimientos porque son a largo plazo y no siempre tenemos los recursos humanos y tenemos que trabajar en la reparación de daños en salud mental, que estamos coordinando con el sector salud y el INAU», concluyó.

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Foto: Javier Calvelo / Adhoc.