Zerbino sobre los niños sobrevivientes: fue una historia de amor y de solidaridad
Comentó el milagro de los niños indígenas que fueron encontrados con vida después de estar perdidos durante 40 días
16.06.2023 | tiempo de lectura: 2 minutos
En Justos y pecadores entrevistamos a Gustavo Zerbino, sobre el milagro de los niños indígenas que fueron encontrados con vida después de estar perdidos durante 40 días en la selva amazónica colombiana.
Zerbino señaló que desde el primer momento se contactó con la historia, antes de que los cuatro niños aparecieran. “Para mí esta es una historia de amor, de solidaridad y de fusión con la naturaleza. Estos son chicos indígenas, que suelen andar en la selva, pero la historia de amor es la de la madre, que se da cuenta de que está por morir, de que no va a poder ayudarlos y los instruye. Los organiza y les dice cómo tienen que funcionar”, sostuvo.
Agregó que las comunidades indígenas practican la solidaridad permanentemente y que la selva es la proveedora de agua y alimentos. “Es totalmente opuesto a lo nuestro. Nosotros vivimos en una ciudad que te da todo, dependiendo de las ambulancias, los bomberos o el supermercado. Ellos viven en la abundancia de la selva, donde la Pachamama les provee de todo lo que necesitan”.
Zerbino sostuvo que de esa cultura milenaria (citó como ejemplo a la tribu masái que habita en parte de Kenia y Tanzania) rescata dos cosas. La primera es el amor, la solidaridad y el trabajo en equipo. “Estos chicos se dieron cuenta de que tenían que sobrevivir todos juntos. Una hermana de 13 años, 9, 5 y 1 año. Estaban inmunizados de la selva, pero sabían qué yuyos comer. La madre los instruyó, antes de morir, durante cuatro días. La segunda es la esperanza”, afirmó.
Consultado sobre la inevitable asociación con el milagro de Los Andes, afirmó que hay una diferencia con la historia de los sobrevivientes compatriotas. “A los diez días de ocurrido el accidente aéreo, el mundo nos da por muertos y no nos busca más. No enteramos y fue la mejor noticia, porque sabíamos que ya no nos buscaban. Si no íbamos a estar en una actitud pasiva, esperando algo que nunca iba a ocurrir”, señaló.
Zerbino agregó que estos niños fueron al encuentro de la civilización. “Cuando dejás de pelearte con la naturaleza y aceptás la realidad, te conectás con esa naturaleza. Sos parte del viento, de la selva o de la nieve. Y es como que todo ese conocimiento ancestral brota y te llena de información, que es intuitiva y eso te protege. Mis hijos, que no estuvieron en la cordillera, hacen cosas que yo hice en la cordillera y que nunca se las enseñé”, reflexionó Zerbino.