Zubía y Bergara afuera

Por Leonardo Luzzi

29.04.2024 | tiempo de lectura: 2 minutos

Dos candidatos conocidos pero con falta de votos como para imponerse en las internas decidieron desistir de sus aspiraciones presidenciales. Seguramente las encuestas tuvieron que ver bastante con esto, pese a que la mayoría de los políticos dicen en público que no son determinantes.

El diputado Gustavo Zubía dio un paso al costado en los colorados para pasar a apoyar a Andrés Ojeda, y en el Frente Amplio el senador Mario Bergara se bajó y decidió respaldar a Yamandú Osi.

¿Qué cambió en los últimos dos o tres meses para que los candidatos tomaran esas decisiones donde, además, hay grupos que los respaldaron y ciudadanos que confiaron en ellos?

La falta de apoyo popular es un denominador común, aunque ambos tienen razones o estrategias distintas para tomar este otro camino.

Para empezar, el objetivo de ambos siempre fue consolidar su posición en el Parlamento más que ser electos presidenciables por sus propios partidos, algo que ninguna consulta de opinión pública, ni votaciones anteriores muestran como algo real.

Zubía, que se presentó como la alternativa entre los bloques más consolidados de la estructura colorada, entendió que al alejarse de la posibilidad de ganar la interna, lo mejor sería respaldar a otro candidato con más chance y además tratar de frenar una posible victoria de Robert Silva a quien lo ve corrido hacia la centro izquierda. Zubía se define de derecha.

Bergara, en cambio, enfrentó un escenario distinto donde las cartas parecen estar a favor de los intendentes Carolina Cosse y Yamandú, Orsi que tienen el respaldo de los grupos más grandes: Comunistas y el MPP.

De a poco los grupos que lo apoyaban le fueron soltando la mano al senador del ala moderada.

La otra cuestión que queda por saber es qué harán los electores de Zubía y los de Bergara.

Están los que los seguirán a sus líderes y se alinearán con Ojeda y Orsi como lo recomiendan ellos, están los que tomarán otras opciones dentro de sus partidos y están también los que se sentirán defraudados, abandonados y pueden ser captados por otros anzuelos de la pecera política.

Al no estar Zubía como candidato sus votantes de derecha se pueden esfumar y lo mismo puede ocurrir con los de Bergara donde el ala seregnista claramente perdió pie en la estructura frenteamplista.

El tiempo dirá si bajar sus candidaturas fue lo mejor para ellos, su electorado y para sus partidos.