El periodista Alfredo Carlos Dighiero recuerda a Lito Bayardo
Dirección: Dra. María Magdalena Dighiero
Remasterización: Horacio Malnero
11.03.2024 | tiempo de lectura: 2 minutos
Dighiero, pone al aire una entrevista inolvidable realizada al gran músico, cantor compositor y actor, que fuera Lito Bayardo (03/03/1905 – 07/03/1986) República Argentina al estar recordándose las fechas en este mes de marzo, de su natalicio y desaparición física, respectivamente.
Nacido en la ciudad de Rosario, y faltando su padre cuando era un adolescente, comenzaba a trabajar para ayudar a mantener la casa ya que en total eran 5 hermanos, a pesar de recibir un sueldo miserable, su condición de futuro artista estaba muy clara en su mente. Tal es así que contando con apenas 18 años, es decir por 1923, se relacionaba con dos figuras de primer nivel como lo eran Libertad Lamarque y Agustín Magaldi, estas dos grandes estrellas lo vinculan al mundo de la radio, donde nuestro entrevistado tenía la enorme posibilidad de cantar y recitar con muy buen suceso.
Más tarde regenteaba una casa de venta de discos, y de los primeros receptores de radio que iban llegando desde el extranjero eso lo colocaba en una buena posición económica y además era requerido por Julio de Caro para algunos espectáculos. Por aquella época conocía a Gardel cuando este venía a brindar una serie de recitales en la hermosa ciudad rosarina, a partir de ahí Carlos y Lito Bayardo, inician una sincera amistad.
Gardel va hasta el negocio de Lito y le pregunta cómo iba la venta de sus discos en rosario, Bayardo lo miraba fijo y con la más absoluta sinceridad le decía mira Carlos, tus discos se venden muy poco, no le interesan al público, el mago le respondía un poco enojado «como me decís eso, si yo sé que aquí en rosario me admiran mucho y ya ves que el teatro todos los dìas se llena», a lo cual Lito le contestaba si Carlos pero lo que pasa es que tu grabas muchos discos por mes, con diferentes temas y por ejemplo Magaldi solo hace dos o tres registros, el cliente viene pide escuchar a Magaldi y se lleva esos dos o tres discos, en cambio no puede adquirir los 10 o 12 que tu grabas mensualmente te das cuenta Carlitos. Por un tiempo me hacía caso, pero claro en Buenos Aires era diferente pues allí había un gran flujo de público. así que después que comenzaban los viajes por España y Francia ya se había transformado en un ídolo popular.
Una tarde le di para que echara un vistazo a mi tango que comparto con el gomia Juan Razzano y que se titula » duelo criollo » le gustó enormemente y me dijo «mira lito cuando llegue a parís te lo grabo» y así fue efectivamente, (odeón 1928) con las violas de Ricardo, Barbieri y Aguilar. Luego a su regreso ya intensificamos mucho más nuestra amistad, visitando su casa de la calle jean jaurès, donde vivía con su madre Bertha, de quien con el tiempo llegaba a conocerla profundamente, acompañándola en la triste soledad en la que quedara después de Medellín y hasta su fallecimiento en 1943. Yo estaba haciendo planes para radicarme definitivamente en Buenos Aires año 1934 pero recién lo haría cuando Carlos había viajado a los Estados Unidos donde triunfaba notablemente y de donde ya no retornaría nunca más. Gardel un ser maravilloso, me honra de haber sido su amigo y siempre lo recuerdo con gran cariño.
Textos: Alfredo Carlos Dighiero
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