Vidalín: en todas las administraciones hubo ingresos que no fueron por concurso
El sector Ciudadanos, del Partido Colorado, propone el ingreso por concurso a las intendencias
26.04.2024 | tiempo de lectura: 2 minutos
En Justos y pecadores el intendente de Durazno, Carmelo Vidalín, fundamentó por qué no está a favor la iniciativa del sector Ciudadanos, del Partido Colorado, del ingreso por concurso a las intendencias.
Vidalín señaló que, en el caso de Durazno, existe un decreto, que data de 1967, que forma parte de los estatutos de los funcionarios municipales del ingreso a la actividad pública.
“Una de ellas es la forma directa, esa que a tantos les llama la atención, es la categoría D para peones. En Durazno muchas veces eso no corre y se realiza un sorteo. Para la actividad técnica -chóferes e inspectores de tránsito, por ejemplo- hay un concurso. Pero también aplicamos el sorteo”, sostuvo.
Agregó que la Intendencia de Durazno está bien económicamente y que nunca precisó de un fideicomiso. Se refirió a las oportunidades laborales que “además de las que llevamos en conjunto con el gobierno nacional, aplicamos los jornales solidarios para 250 a 300 personas, para ayudar a madres solteras o personas a las que se les hace difícil acceder a un trabajo. También, la intendencia de Durazno cumple muchas funciones en el orden deportivo y en el orden cultural. Tenemos 42 escuelas deportivas, 17 gimnasios, tres piscinas climatizadas y talleres culturales”.
Consultado si estaba de acuerdo o no con la iniciativa de Ciudadanos en el ingreso a la actividad municipal, dijo que “tenemos que ser cuidadosos de encontrar la paja en el ojo ajeno o señalar al otro, sin tener en cuenta lo que es la administración pública en general. No nos engañemos. En todas las administraciones, y también en la de mi gobierno, del cual me siento orgullo, ha habido ingresos que no creo que hayan sido por concurso. Me gustaría saber qué mecanismos se usan en el Parlamento para las solicitudes de pases en comisión, por ejemplo”, afirmó.
Para Vidalín “hay que sincerarse, dialogar y buscar pautas que nos permitan ser justos. Ni el concurso, ni el sorteo, ni el dedo, reúnen las características que nos permitan decir que se actúa con plena justicia”.
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