Trata y explotación laboral en Artigas: venezolanos esperan el avance de la causa

“Una vez nos trasladamos a Artigas porque íbamos a declarar, pero eso ha sido suspendido varias veces”, dijo una de las víctimas

21.11.2024 | tiempo de lectura: 2 minutos

En febrero, seis personas fueron imputadas por presunta comisión de un delito de asociación para delinquir y trata de personas por la explotación laboral de ciudadanos venezolanos en una cantera en Artigas.

Esta red ofrecía alojamiento, comida, seguro médico, wifi y un salario de entre 1500 y 2000 dólares por mes por ocho horas diarias de trabajo.

Un primer grupo de migrantes aceptó la propuesta. Partieron en enero desde la Ciudad de Anaco hacia Montevideo, e hicieron varias escalas. Ya en Artigas, en la cantera en Catalán Grande comenzó la explotación laboral, puesto que debían trabajar doce horas por día y se les abonaría un sueldo de 250 dólares, según recoge la investigación de Fiscalía.

El segundo grupo, de unos 20 migrantes, llegó en febrero. Fueron recibidos en el aeropuerto de Carrasco y trasladados por los imputados hacia un hostel donde los trabajadores debían firmar un contrato que incluía tres hojas en blanco. Cuando se retiraban del lugar, los integrantes de la red fueron detenidos antes de que partieran hacia Artigas.

Actualmente, la investigación continúa y siete ciudadanos venezolanos permanecen en Montevideo. Cómo es su vida actual, cómo llegaron a Uruguay y qué esperan del caso a cargo de la fiscal de Artigas, Sabrina Massaferro, fueron algunos de los temas que conversaron con Justos y pecadores.

Ronny Acevedo, dijo que al principio se sintieron “muy vulnerables” y que al llegar Ciudad Vieja se dio la intervención de la Policía. “Nos iban a llevar a Tres Cruces para ir a la cantera en Artigas”, mencionó.

“Fue muy impresionante”, relató Gian Flavio Veliz. “Veníamos a trabajar y con la intervención todos nos preguntamos qué pasaba. Fue bastante impresionante”.

Larry Abreu relató, por su parte, que una vez que fueron trasladados les informaron que lo que la empresa les dijo “era mentira” y que iban a ser explotados laboralmente. “Nos cayó como un balde agua fría”, mencionó.

Actualmente, los tres han conseguido trabajo y conviven en un departamento que han alquilado con el apoyo de Fiscalía, la OIM y el Ministerio de Vivienda. Los migrantes esperan ser convocados en el marco de investigación. “Una vez nos trasladamos a Artigas porque íbamos a declarar, pero eso ha sido suspendido varias veces”, dijo Abreu. “Hasta el momento esa es nuestra incomodidad, nunca hemos visto que esa cuestión haya avanzado. Hemos dado declaraciones ante la fiscalía y la Policía, pero ante un juzgado como tal, no hemos dado una declaración”.