Políticas de conservación costera son un desastre en Canelones y Maldonado
Lo advirtió Daniel Panario, investigador del Área de Geociencias del Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas, profesor grado 5 de la Facultad de Ciencias
17.06.2022 | tiempo de lectura: 2 minutos
En Justos y pecadores, Daniel Panario se refirió a las casas de Aguas Dulces y Valizas que se llevó el mar. “Esas casas no fueron construidas sobre pilotes, quedaron sobre pilotes cuando se fue la arena de abajo. En la costa hemos hecho todo mal, seguimos haciendo todo mal, y estamos pagando las consecuencias. En los hechos ha habido temporales donde se cayeron treinta casas”, sostuvo el especialista.
Agregó que los vientos son más fuertes y más constantes del sur. “Se dice de defender la costa y se ponen tubos de plástico rellenos de arena y se cree que con eso se defiende. Se defiende un tiempo, pero después siguen cayendo las casas. En Canelones y Maldonado por ejemplo, es un desastre. Solís es una playa que claudicó, hemos hecho intentos por recuperarla pero no se puede, despareció la playa, no hay arena. La gente construyó arriba de las playas, y es eso se sigue sucediendo. La línea de costa retrocedió 450 metros, pero se sigue construyendo en la costa”.
Panario explicó que, tanto los ríos, como la costa, tienen que tener un margen de libertad, sabemos que va aumentar la energía eólica por el calentamiento global, que pueden haber eventos extremos, pero que son previsibles, y lo fundamental para atajar el mar es la duna primaria. Ese es el elemento clave”.
“La seguridad más absoluta de que una costa está retrocediendo es que aparezca una barranca. Cuando la obra pega con algo duro, perdimos, pero defender con rocas, tubos, está bien, se licita, viene una empresa que lo hace y es exitosa por un tiempo, pero no resuelve el problema de fondo, todo lo contrario, lo empeora, acá se hacen las cosas más o menos bien cuando la justicia actúa”.
Y recalcó que Maldonado “es un desastre, se llegan a plantar especies invasoras, el ministerio pone multas, y se siguen plantando, hay estacionamientos en la rambla, en la playa, están vendiendo, regalando terrenos entre la rambla y el mar”.
También se refirió a la necesidad de controlar “los motores que entran, el motor genera olas y las olas atacan la costa, en esos lugares hay una dinámica fluvial y una dinámica marina, y hay que entender ese juego de fuerza del río y del mar, hay que manejarlo, acá se hace algo, y luego se abandona. Otro desastre la zona de Punta Colorada, no se escucha a los vecinos, a pesar de que tenemos una ley que obliga a escucharlos, por ejemplo en Cabo Polonio el ministerio quería clavar los pinos en la costa, por suerte lo vecinos lo impidieron, está todo el tema de las áreas protegidas”.
Por último reflexionó que “se podría tomar el ejemplo de Estados donde hay una autoridad de costa, con un grupo de técnicos, que tiene que ser consultada, y donde cada estado tiene su dependencia. Pero acá lo importante son las inversiones, las construcciones, y el argumento de los puestos de trabajo, que en definitiva es mentira porque después se pierden, es un latiguillo lo de crear puestos de trabajo”, afirmó el profesor grado 5 de la Facultad de Ciencias, Daniel Panario.