Beatriz Souza, oro en los +78 kilos, homenajea a la leyenda cubana Idalys Ortiz

Ya parte de la historia de los Juegos Olímpicos por su oro este viernes en los +78 kilos en París, Beatriz Souza rindió tributo a la cubana Idalys Ortiz.

02.08.2024 | tiempo de lectura: 2 minutos

"En mi primer panamericano senior disputé la final contra ella y perdí. Y yo estaba llorando un montón. Y ella (Idalys) me dijo: 'tranquila, chica, no tienes que llevarlo así. Eres joven y muy fuerte y creo que vas a conseguirlo. No te preocupes por la derrota de hoy. Céntrate en mejorar para la próxima vez'", contó para la prensa la jucoda brasileña, conocida como 'Bia'.

Idalys Ortiz, leyenda del deporte cubano de 34 años, se marcha de los Juegos con un bronce en Pekín-2008, un oro en Londres-2012 y dos platas en Rio-2016 y en Tokio-2021 en los +78 kilos. Este viernes se despidió en octavos ante la serbia Milica Zabic.

Idalys "es una de mis inspiraciones, una gran adversaria, a la que tenía que estudiar siempre. Ella inscribió su nombre en la historia", agregó la recién campeona olímpica.

'Bia' Souza, nacida hace 26 años en Itariri (Sao Paulo), se consagró en el pabellón del Campo de Marte al batir a la israelí Raz Hershko, en el que ha sido el primer oro para Brasil en estos JJ.OO.

Se trata de la séptima presea para el gigante sudamericano en París, tres de ellas en judo (la de oro de hoy, una plata de Willian Lima y un bronce de Larissa Pimenta). En la historia olímpica del judo, el país acumula 27 medallas (5 oros, 4 platas y 17 bronces), noveno en el ranking histórico del deporte.

La popularidad de la judoca se refleja en las redes sociales. En la zona mixta, la jefa de prensa del equipo le Brasil le mostró el móvil. "¡Un millón de seguidores, si esta mañana a las 6:30 horas tenía 13.000!", exclamó.

La luchadora del Esporte Clube Pinheiros se emocionó ante los periodistas cuando evocó a su familia y habló también de lo importante que fue el judo para aceptar su físico.

"Yo era muy alta, ya desde pequeña, muy grande. Nunca me sentí a gusto, no había nadie de mi mismo tamaño. Cuando fui para el centro de alto rendimiento, hubo quien me mostró que el cuerpo es tu material de trabajo. ¿Quién va cuidar de él para poder competir, sentirse bien? Me tengo que amar no solo porque el cuerpo es mi material de trabajo, sino porque yo soy así. Siempre fui. Y soy linda, ¿eh?".

 

EFE