Cambio de baterista

Con Santiago Ameijenda cerrando el ciclo sobre los 50 de Totem

27.08.2021 | tiempo de lectura: 2 minutos

Con una entrevista al baterista Santiago Ameijenda, El Tungue Lé le puso fin al ciclo sobre los 50 años del primer long play de Totem. Le tocó vivir el momento de gran popularidad y éxito del grupo, y el de mayor auge de las grandes bandas del rock nacional y el candombe beat, que lo fue prácticamente todo el período que va desde fines de 1971 hasta mediados del 73. También en el plano profesional. “Cobrábamos la tarifa del músico y dos más, tres en total. Me casé, pude tener mi casa, un autito”, dice Ameijenda.

Fue el único cambio producido en la integración justo entre el primer disco y el segundo. Estuvo hasta el final, lo cual nos permite tener su mirada sobre los siguientes álbumes: Descarga y Corrupción.  Siendo uno más de esa verdadera academia que ha sabido ser el Hot Club, en mayo del 69 se fue para Italia con (Enrique) Pelo De Boni, y el hermano de Lobito Lagarde, “el Lobo grande. Yo trabajé con el padre y con los tres hijos”, familia de músicos. “Tocamos en la Costa Azul en el mismo festival que lo hizo Mails Davis, y pegamos muy bien”.

Eduardo Useta lo visita en Italia y le lleva el disco de Totem, recién editado, cuando además le pide que sea el padrino de su hijo recién nacido. Para el baterista “se juntó un grupo de profesionales de primera línea, es como hacer un cuadro de futbol con los mejores jugadores. Salvo el gordo Rey, todos los demás veníamos tocando por años. Con Useta en giras con Dogliotti por Ecuador, Perú, éramos músicos que tocábamos a todo a nivel. Totem no fue el grupo de cuatro amigos que se juntan y siguen tocando juntos siempre”.

Vino como para volver a Francia, ve actuar a sus amigos del Totem, “en vivo te mataba, me hice un sábado toda una recorrida con ellos, y la verdad me impactó como sonaba”. Poco después “fueron todos a mi casa, menos Galletti todos. “Galletti se fue, me dicen, y te venimos a buscar a vos… ya viste el grupo, además somos amigos…”. Y se fue a grabar el segundo disco a Buenos Aires, y ya no tuvo vuelta a Europa. “Mejor. Mi vieja no quería nada que me fuera para Francia…”.