Caso Lola Chomnalez: “Estaba claro que faltaba una pieza”, dijo el abogado de la familia

«Hay cosas pendientes que van a ser útiles para terminar de armar el puzzle», indicó Juan Raúl Williman

20.05.2022 | tiempo de lectura: 2 minutos

“Tenemos la tranquilidad de que por fin se pudo dar con esa persona que había dejado sus huellas genéticas en las pertenencias de Lola”, dijo en entrevista con Justos y Pecadores Juan Raúl Williman, uno de los abogados de la familia de Lola Chomnalez.

La de hoy es una «tranquilidad distinta», señaló. «Si bien hay que completar la investigación y seguir trabajando estamos ahora en un punto muy distinto, frente a la persona que dejó su sangre mezclada con la sangre de Lola en sus pertenencias de Lola”, indicó.

En 2019 fue procesado por el caso Ariel Moreira, alias “Cachila”, en calidad de coautor del homicidio, no obstante, “él quedó acusado por encubrimiento, para nosotros estaba claro que Moreira estuvo en el lugar y que tuvo algún tipo de participación, pero nos daba cuenta de que había otros copartícipes, y esa huella genética era fundamental” señaló.

Explicó que durante todos estos años no se dejó de trabajar en esta investigación, porque “si había sangre mezclada con la sangre de Lola y pertenecía a un masculino que no era Moreira estaba claro que faltaba una pieza”.

El abogado contó que se llegó a esta a persona a través de prueba científica, y que es muy difícil encontrar una razón racional, “para que alguien explique si no es el homicida, como es que su sangre está mezclada con la de la víctima en sus pertenencias”.

Respecto a la calidad de la prueba, Williman dijo que se trata de una prueba científica muy certera, “de las pocas pruebas científicas que arrojan tantas certezas respecto a la participación del imputado”.

Explicó que para llegar a esta prueba esta misma defensa había solicitado muchas veces que todas las semanas se hiciera un control con todas las personas que entraban en los establecimientos carcelarios, “y se chequeaba que esto se venía haciendo diariamente”.

Sin embargo, el chequeo dio buenos resultados no porque la persona volviera a delinquir, sino que una persona que ingresó al sistema carcelario tenía una conexión con el ADN, “lo que arrojó fue una coincidencia parcial, una conexión con un familiar en el ADN, entonces ahí hay que hacer lo que se llama un searching familiar, que implica buscar dentro del hilo familiar, el paterno, materno”, dijo.

Explicó que de todas formas no es un procedimiento tan simple, e implica un trabajo denodado para encontrar las conexiones, que fue el trabajo que hizo la policía científica.

El abogado explicó cómo sigue este proceso, que entra ahora en una etapa que no es el código nuevo sino una etapa en el sistema anterior, y la instrucción está a cargo del juez: “en esta etapa de sumario lo que hay que hacer es completar la prueba, estimo será útil tomar alguna declaración más, hay cosas pendientes que van a ser útiles para terminar de armar el puzzle, cuando esto suceda se dará vista a la fiscalía para que deduzca acusación fiscal y le pida la pena, eventualmente después contesta la defensa y se dicta sentencia”, dijo, y especificó que todo es escrito, “acá el principio no es la oralidad ni la inmediación, es otro sistema, del código de 1980”, concluyó.

 

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