Caso Roslik: sus familiares evalúan llevarlo a la Corte Interamericana de Derechos Humanos

Los operativos de la dictadura contra la población de origen ruso de San Javier implicarían delito de genocidio según abogado defensor del caso

03.08.2021 | tiempo de lectura: 2 minutos

La Suprema Corte de Justicia (SCJ) negó la reapertura del caso del médico de San Javier Vladimir Roslik, asesinado a fines de la dictadura en 1984, en función de la resolución del Tribunal de Apelaciones en lo Penal de 2° turno en 2014 que definió la prescripción de los delitos.

La SCJ también rechazó la apelación realizada por el fiscal especializado en Crímenes de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe.

Ante la confirmación del archivo de la causa, la Fiscalía Especializada en Crímenes de Lesa Humanidad y la familia de la víctima, “evalúan los pasos a seguir para que el homicidio del médico de San Javier no quede impune”, informó este martes La Diaria.

Una de las acciones es recurrir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos teniendo en cuenta que la confirmación de prescripción por parte de la SCJ, implicaría la violación de la sentencia de esa corte en el caso Gelman, que establece que “el Estado debe disponer que ninguna otra norma análoga, como prescripción, irretroactividad de la ley penal, cosa juzgada, ne bis in idem o cualquier excluyente similar de responsabilidad, sea aplicada y que las autoridades se abstengan de realizar actos que impliquen la obstrucción del proceso investigativo”, explica el diario.

El abogado Pablo Chargoñia, defensa de la familia de Roslik, dijo a La Diaria que la causa “encuadra” en la figura de actos genocidas “en la medida en que el ascendente ruso tuvo importancia en los operativos contra los vecinos de San Javier”.

En el marco de estos operativos iniciados en 1980 contra la población de San Javier en Río Negro, colonia rusa, varias personas fueron detenidas y torturadas acusadas de colaborar con servicios de inteligencia soviética.
Roslik fue detenido detenido en abril de 1984 y asesinado bajo tortura en el Batallón de Infantería N°9 de Fray Bentos.

 

Foto: Ricardo Antúnez / Adhoc.