China implementa pago con huellas palmares en el transporte ferroviario

Los viajeros pueden deslizar la palma de su mano sobre el dispositivo de reconocimiento biométrico para ingresar a la estación, eliminando la necesidad de llevar consigo tarjetas o teléfonos móviles

22.05.2023 | tiempo de lectura: < 1 minuto

China implementó por primera vez en el mundo en un sistema ferroviario la tecnología biométrica de huellas palmares, en la línea del Aeropuerto de Daxing, ubicado en la capital del gigante asiático.

Los pasajeros ahora pueden "entrar fácilmente a la estación y tomar el tren "sin necesidad de tarjetas o teléfonos", informaron anoche varios medios locales.

Esta iniciativa representa "un avance significativo en el transporte ferroviario, al simplificar el proceso de entrada y mejorar la experiencia de viaje para los usuarios", recogen los medios.

Los viajeros pueden deslizar la palma de su mano sobre el dispositivo de reconocimiento biométrico para ingresar a la estación, eliminando la necesidad de llevar consigo tarjetas o teléfonos móviles.

La Comisión de Transporte Municipal de Pekín ha instalado dispositivos de registro y apertura con las huellas de las palmas en la zona de venta de billetes y ha realizado modificaciones en las máquinas de acceso para hacer posible esta innovadora forma de pago.

El proceso de registro y pago mediante huellas palmares es "rápido y conveniente", con un tiempo promedio de 2 a 3 segundos al pasar por los torniquetes, afirmaron las autoridades locales.

China continúa liderando el mercado de pagos biométricos a nivel mundial, utilizando tecnologías como el reconocimiento facial, el reconocimiento del iris, el análisis de los latidos del corazón y el mapeo de las venas.

Empresas como Ant Group, matriz del servicio de pago electrónico Alipay, y Tencent, propietaria de WeChat Pay, han estado impulsando la adopción de estas tecnologías tanto en establecimientos físicos como en plataformas digitales, lo que ha llevado a un amplio uso de sistemas de pago biométricos en diversas ciudades chinas.

Texto y foto de archivo: EFE