Combustible: Añón desestimó que haya ineficiencias en la última parte de la cadena
El Gobierno considera que en la distribución y venta al público hay margen para abaratar costos
31.08.2021 | tiempo de lectura: 2 minutos
El Gobierno considera que en la distribución de combustibles y la venta al público hay margen para abaratar costos que inciden en el precio.
Desde el Poder Ejecutivo se entiende que esa etapa, integrada por distribuidoras y estaciones de servicio, es costosa y que es necesario “revisar las reglas de funcionamiento de este mercado para introducir incentivos a la eficiencia en todos sus eslabones”. Así se desprende de un documento elaborado por un grupo de profesionales que convocó el gobierno el año pasado y que está en la base de la estrategia oficial.
Para Daniel Añón, presidente de la Unión de Vendedores de Nafta, el margen para reducir el precio de los combustibles buscando ineficiencias en el último tramo de la cadena comercial es prácticamente “inexistente”. El empresario dijo a Informativo Uruguay que mantienen un ámbito de intercambio con el gobierno por estos temas y que le han dicho al ministro de Industria, Omar Paganini, en más de una oportunidad, que ese camino no conduce a grandes economías.
“El margen que hoy queda en las estaciones es muy estrecho; más de la mitad se lo llevan los salarios y las leyes sociales… Y una parte importante, los bancos, a través de la comisión por la venta con tarjetas”, afirmó. Agregó que introducir cambios que impliquen una caída del margen sería “ruinoso” para muchas empresas y la pérdida de puestos de trabajo.
Tendría mayor impacto en el precio quitar los sobrecostos en la mezcla de biocombustibles y quitar el peso del fideicomiso del boleto, trasladando este costo a otro ámbito, por ejemplo, directamente a rentas generales.
Añón calificó el documento elaborado por los expertos que convocó el ministerio como un producto de “expertos de escritorio”, a los que se les escapan muchos detalles del comercio real de combustibles.
Sin embargo, estuvo de acuerdo con la estrategia oficial de apuntar a un marcado libre donde no se fijen los valores de venta de los combustibles, aunque para ello el gobierno debería prohibir que las distribuidoras tuvieran estaciones de servicio, porque competirían en franja ventaja con el resto de los estacioneros”, subrayó.
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