Comenzó el plan para erradicar la mosca de la bichera

La iniciativa requirió una inversión de 70 millones de dólares

10.07.2023 | tiempo de lectura: 2 minutos

La mosca de la bichera es una parasitosis que afecta a todos los animales productivos y de compañía, siendo además una zoonosis que puede contagiarse a humanos.

Se estima que anualmente el «gusano barrenador del ganado», como también se le conoce, genera pérdidas por 41 millones de dólares tanto en las consecuencias de la enfermedad como en los esfuerzos por combatirla y prevenirla.

El ingeniero agrónomo Romeo Volonté está al frente del programa financiado por un fideicomiso del Fondo de Enfermedades Prevalentes que también integran las gremiales de productores nucleadas en «Campo Unido» además de institutos y el propio Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).

Ha sido declarado de interés nacional e instituido por ley.

Para el combate de la mosca se utiliza un plan de control biológico liberando moscas machos esterilizadas en laboratorios de Panamá por rayos gama.

Estos insectos tienen la característica de poner huevos una sola vez en su ciclo vital y al ser copuladas por los machos infértiles se produce la baja en la población.

Próximamente llegarán aviones con «pupas» desde Centroamérica dos veces por semana y se «sembrarán» en todo el territorio uruguayo con refuerzo en las fronteras y en zonas donde hay más presencia de la mosca.

Prácticamente todo el territorio nacional quedará abarcado con los vuelos permanentes y se esperan los primeros resultados en dos o tres meses, dijo Romeo Volonté.

«Uruguay se divide en cuatro zonas y se irá dispersando de sur a norte con una liberación que abarcará un año», señaló.

«A partir del cuarto año se comenzará a dispersar en las zonas de frontera con Brasil y Argentina estableciendo una barrera de control biológico hasta que los países vecinos no decidan llevar adelante un plan», agregó.

La ecuación de costo-beneficio a pesar de los imponderables es siempre positiva por las enormes pérdidas que genera la enfermedad.

En el caso de Brasil, la frontera seca es más difícil de controlar ya que con Argentina, el río Uruguay se comporta como una barrera natural «bastante efectiva”.

La idea es «contagiar en el buen sentido a los vecinos, a través de las gremiales de productores que están atentos a cómo le va a ir a Uruguay, porque también sufren el impacto».

 

Informa Alejandro Montandón.

Foto: Javier Calvelo/ adhocFotos.