Crece la tecnicatura terciaria de UTU en Producción Agropecuaria Familiar

El curso dura dos años, divididos en semestres; se debe rendir un trabajo final escrito y otro oral para la graduación

21.11.2022 | tiempo de lectura: 2 minutos

En pleno proceso de Transformación Educativa las ciencias agrarias y en especial todo lo referido a la producción a escala familiar cobra especial interés.

A mitad de camino entre Pando y San Jacinto, Canelones, existe el Centro Agustín Ferreiro, el único Instituto de formación para maestros rurales de todo el país.

En su predio, que pueda alojar a casi un centenar de estudiantes, también se dictan tecnicaturas de UTU, re realizan talleres, congresos y actividades educativas teóricas y prácticas desde hace décadas.

Tras la pandemia, las carreras vinculadas al medio rural y la producción familiar han crecido sustancialmente.

La carrera de Producción Agropecuaria Familiar es probablemente de las menos difundidas, aunque se dicta desde 2012 y cada vez atrapa a mas estudiantes de todas las edades y profesiones que nada tienen que ver con el medio rural.

“Apunta a la continuidad educativa de los bachilleratos agrarios de URU y de las escuelas agrarias” nos dice Elena Apezteguía, Ingeniera Agrónoma con gran experiencia en la temática y 25 años impartir educación relacionada a la producción familiar en Brasil.

“No tenemos limitaciones para el ingreso y recibimos alumnos tanto del ámbito rural como urbano”.

“Requiere un conocimiento de las áreas sociales y por eso aceptamos hasta bachilleratos humanísticos con dos exámenes previos que deberán rendirlos hasta mayo del año siguiente” cuenta Apezqueguia.

«No hay filtro alguno de origen estudiantil ni de edad”.

“Tuvimos alumnos de abogacía, antropología, medicina y se da un intercambio muy interesante».

El curso dura dos años, divididos en semestres; se debe rendir un trabajo final escrito y otro oral para la graduación.

“Hay diversas materias, como producción vegetal y animal, ciencias agrarias, sociología rural, mecanización agrícola , legislación rural, procesos asociativos y un taller que es la materia integrador de todos los contenidos disciplinarios”.

Elena contó también que “se hacen salidas de dos días distintas zonas de producción como la agropecuaria en el litoral y después una segunda a las sierras del este, donde vemos producción animal, sistemas silvo- pastoriles, para que tengan una imagen de las producciones a nivel país.

“Se utilizan los censos agropecuarios, los informes de DIEA además de los conceptos de cultura familiar, polémicas, campesinado, limitantes, políticas públicas”.

“Estamos convencidos de que la mayor parte de los productores son familiares y claves para la soberanía alimentaria con dinámicas diferentes que en la agricultura empresarial. Los intereses relacionados a la producción de la familiar están por encima de la lucratividad”, concluyó la directora.

Foto: Pablo La Rosa – adhoc FOTOS